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2018, el año de la consolidación de las mujeres en la política mexicana

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Mtra. Jessica Saiden Quiróz. Delegada del Conafe Yucatán.

2018: El año de la consolidación de las mujeres en la política mexicana.

 

La fortaleza del ser humano radica en la amplitud de su espíritu, en la capacidad hacia el liderazgo y en la aplicación de aquellos valores que dirijan un esfuerzo hacia el bien; es mucho más difícil construir que destruir.

 

Ser hombre o ser mujer es una cuestión física-genética determinada por la naturaleza y la cual, no debería impedir el acceso a las oportunidades. Al contrario, el equilibrio es lo más cercano que podremos estar de la perfección y asegura, aprovechar el desarrollo individual de cada género, porque somos distintos y nos complementamos.

 

Las mujeres –como he mencionado antes – tenemos enormes retos que superar, porque, los prejuicios y estigmas nos colocan, injustamente, por debajo de los hombres en el espectro de oportunidades laborales o de desarrollo.

 

En esta compleja y sinuosa ruta hemos sido testigo históricos, desde hace más de siglo y medio, de cómo ciertas figuras individuales femeninas consiguieron avances en esta lucha en contra de la desigualdad.

 

El surgimiento y desarrollo de grupos colectivos civiles y políticos, afianzó el deseo que teníamos de contribuir a la democracia y a la vida productiva mexicana, dando fuerza al movimiento y demostrando a los sectores masculinos la importancia que tenemos.

 

Como parte de estas organizaciones, nace en 1934, en las filas del Partido Nacional Revolucionario – antecedente del PRI- el primer sector femenil partidista, focalizando en un solo núcleo, aquella génesis de propuestas políticas, reflejo de los tiempos que se vivían.

 

La evolución y organización de este órgano continuó nutriéndose asimismo al interior y entregando propuestas que alimentaban la plataforma partidista, ganando mayores simpatías con la ciudadanía, porque bien dicen que la consolidación de un buen proyecto requiere tiempo y paciencia.

 

Al mantener un crecimiento tanto en número como de ideas e ir renovándose con mujeres cada vez más preparadas tanto académica como profesionalmente, fue cambiando de membrete con denominaciones como Dirección Nacional de Acción Femenil, Agrupación Nacional Femenil Revolucionaria y el Consejo para la Integración de la Mujer, entre otros.

 

Fue hasta 1996 en el que adopta su nombre actual: Organismo Nacional de Mujeres Priistas, entidad integrante del PRI cuyos objetivos son alcanzar una sociedad más libre, justa, equitativa y democrática, potenciando el talento y capacidad de mujeres mexicanas.

 

El ONMPRI ha servido de plataforma para impulsar y acrecentar el interés de las mujeres en su participación dentro de la política, yendo de la mano de un marcado adecuación de los estatutos tanto partidistas como de las leyes electorales para incluir, por decreto, una mayor cantidad de de candidatas a puestos de elección popular.

 

Sus liderazgos han sido encabezados por mujeres de altísima probidad y experiencia. Tenemos por ejemplo, a la recién nombrada Presidenta, la senadora coahuilense Hilda Flores Escalera y cuya trayectoria y reconocimiento público es amplio, siempre como servicio de su comunidad y en contra de la violencia de género.

 

La senadora Flores Escalare toma el cargo – hasta el 2021 – sustituyendo a la también senadora Diva Gastelúm Bajo y quien, a lo largo de su periodo implementó programas de Capacitación, Promoción y Desarrollo de Liderazgo Político de las Mujeres, metas que superó hasta en un 600 por ciento.

 

También, en los entretelones, propugnó por llevar la propuesta parlamentaria de la paridad electoral, en el cual, a partir de estas elecciones, cuando menos el 50 por ciento de las mujeres serán postuladas a cargos populares, un gran logro si tomamos en cuenta que en las elecciones pasadas apenas se superó el 30 por ciento de las opciones.

 

Siendo una mujer de Academia, favoreció la investigación y la pedagogía como herramientas de superación individual, claves si deseamos dar resultados tanto en el territorio como en las mesas de trabajo teóricas rumbo a la integración de proyectos sustentados en el conocimiento.

 

Asimismo, trabajó en aspectos de concientización, en donde por ejemplo, inició Programa de Causas, que tiene como fin acercar a la sociedad a través del entendimiento de sus problemáticas. Al respecto señaló “nos identificamos como una organización (ONMPRI) que está comprometida con México y sus causas sociales, en razón de ello, hemos realizado actividades para abatir el bullying, la prevención del cáncer de ovario, la prevención del embarazo en adolescentes y la alfabetización digital”.

 

Para poder realmente un cambio en los demás, primero debemos comprender quienes somos, donde estamos y hacia dónde vamos. Saber de lo que somos capaces unidas y en paz, podremos multiplicar este esfuerzo y dirigirnos a obtener aún mayores espacios de oportunidad.

 

Las mujeres, ocupamos importancia numérica en el terreno electoral, ya que, según el Instituto Nacional Electoral, al corte del 16 de junio, representamos un porcentaje mayor de votantes, casi 2 millones y medio por encima del género masculino.

 

Sin embargo, estacionarnos únicamente en el campo estadístico sería un absurdo, ya que no se trata de números se trata de realidades y hechos perceptibles al ámbito común y habitual de los hogares mexicanos.

 

Tenemos y debemos de reconocer que la mujer tiene que remar contracorriente en una sociedad machista, con obstáculos, con discriminación, con vejaciones que impactan en su esfera de vida.

 

Pero, gracias a la conjunción de políticas gubernamentales y legislativas que son llevadas a estos niveles por los partidos políticos y las asociaciones civiles, es posible contar ya con instrumentos jurídicos y prácticos que aperturen este campo de acción para todas aquellas que estén preparadas para el reto.

 

Estamos listas para este reto, sé que lo estamos, porque veo a grandes líderes dispuestos y capaces de entregar sus perfiles y vida al servicio público.

 

La gran elección 2018 es la elección de los jóvenes y las mujeres; entraremos a una nueva era, a una regeneración de cuadros, de ideas frescas y motivadoras de un cambio hacia dentro y hacia fuera de nuestra psique.

 

Necesitamos estar a la altura del compromiso, capacitarnos y actualizarnos todos los días. El electorado, nos está dando quizá una de las últimas oportunidades para ganarnos su confianza y de no hacerlo así, estaremos debilitando nuevamente al género.

 

Las mujeres estamos preparadas para ser administradoras de las grandes reformas estructurales, es un llamado de vida y con el esfuerzo y la entrega necesaria, guiaremos a México y a Yucatán al siguiente nivel de desarrollo.

 

El presente y el futuro nos pertenece, por lo que, queridas amigas mujeres… ¡Vamos hacia adelante!

 

Nuevamente, muchas gracias por el espacio y quedo a sus órdenes al correo electrónico [email protected]