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4 de julio de 2011 y 13 de marzo de 2007 no se olvidan – José Repetto

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¿Estamos hablando del 4 de julio de 2011,
cuando una manifestación organizada por panistas se volvió un
zafarrancho apenas llegó gente del PRI? ¿O del 13 de marzo de 2007,
cuando una de las muchas marchas organizadas por radicales de izquierda
fue disuelta por la policía, que detuvo a varios jóvenes (tanto
culpables como inocentes) y abusó de su fuerza, lesionando a varios
detenidos?

En ambos casos, los organizadores se
salvaron de la golpiza y la detención. En el primero, que es el más
reciente, llama la atención y preocupa el hecho de que la fuerza pública
no mantuviera el orden, aunque si lo hubiera hecho no cabe la menor
duda de que se le acusaría de ser una “policía represora”, tal como pasó
aquel trece de marzo.

Las protestas contra la construcción del
Distribuidor vial Glorieta de la Paz iniciaron con la participación de
Josefina Peón Mediz Bolio, mamá de “Pancho Canchondo” que vive a pocas
cuadras de la obra en una lujosa mansión, y varios actores políticos que
buscan posicionarse dentro de Acción Nacional con miras al 2012 tal
como Salvador Vitelli Macías, Alejandro Abud Bujaidar (ambos ex
precandidatos a la alcaldía de Mérida), Yazmín Gaspar Góngora (ex
candidata por el PT a dicho puesto), José Luis Sierra Villarreal (esposo
de la ex gobernadora Dulce María Sauri Riancho, que lidera un grupo de
varios priísta excluidos por el actual gobierno y por tanto resentidos
y, al menos de manera temporal, aliados con los panistas), el Frente
Cívico Familiar (opositor sistemático de cualquier medida o decisión
tomada por el actual gobierno priísta) y los jóvenes de Acciones
Líderes, con afinidad y militancia en Acción Nacional. Desde un
principio decidieron que estaban en contra del proyecto, y después
comenzaron a buscar argumentos para sustentar su oposición. Argumentos
aparte de “lo está haciendo el PRI, por lo tanto es malo”.

Son ellos quienes participaron en las
primeras protestas, solamente ellos. Los vecinos, comerciantes de la
zona y estudiantes se sumaron después.

No tiene nada de malo que Abud, Vitelli y
Gaspar tengan aspiraciones políticas a ocupar un puesto de elección
popular, están en su derecho y es válido.

Entre las personas que se fueron sumando
después a las protestas están varios jóvenes idealistas de varias
facultades, principalmente estudiantes y egresados de la carrera de
Arquitectura. Son ellos quienes, perdonen el lenguaje, recibieron una
soberana y despiadada madriza por parte de los porros que acudieron a
despejar la zona para que se realice la obra.

Pero también hay que preguntarnos: El fin
de los manifestantes ¿era estar ahí para expresar su oposición a la
obra, lo cual es perfectamente válido? ¿O pretendían pararla por la
fuerza, lo cual, sí, es una medida de resistencia civil, pero también un
delito?

En
marzo de 2007, varias agrupaciones de izquierda organizaron marchas
para protestar contra la visita del entonces presidente de los Estados
Unidos, George W. Bush, a Mérida, para reunirse con su homólogo, Felipe
Calderón, y delinear políticas para la relación bilateral entre nuestras
naciones.

Lo que los izquierdistas llamaron “acción
directa” es para el resto de la sociedad actos vandálicos y criminales.
Muchos de los manifestantes realizaron pintas en el monumento a Justo
Sierra y destrozos en el Ayuntamiento de Mérida. En los videos de la
detención se puede oír a mucha gente felicitar a la policía por detener a
los delincuentes.

Los organizadores, entre los que se
encuentra Lorenzo Peraza González, arrestado por posesión agravada de
drogas en 2010, Mauricio Macossay Vallado y otros marxistas, no
sufrieron un solo rasguño ni fueron detenidos. Al preguntarles hace
varios meses si no les parecía injusto el riesgo al que enfrentaron a
varios jóvenes ingenuos, Macossay dijo que a ellos no les pasó nada,
demostrando lo poco que le importan los demás.

En ambos casos vemos a jóvenes idealistas
e ingenuos guiados por gente astuta que sirve a intereses de partido y
propios. La juventud, discriminada de por sí en este país a la hora de
intentar conseguir un empleo digno y ser tomada en cuenta, es carne de
cañón en las protestas. Por eso extraña que Vitelli y el notario José
Enrique Gutiérrez López le entraran al pleito. En el caso de Vitelli,
dice mucho de su estatus (o falta de) entre los organizadores.

Por eso, como joven que ha visto de cerca
el actuar de los activistas de derecha e izquierda, mi consejo a los
demás es el siguiente: No vayan a marchas, no se sumen a la bola, no
pongan su integridad física y libertad en riesgo por intereses ajenos a
los suyos.

El “paso deprimido” es tema de moda
porque el PAN y unos pocos comerciantes de la zona quieren que sea el
tema de moda. Nada más. A ti, joven meridano, no te afecta.

Piénsenlo bien ¿la construcción de un
túnel en una avenida altamente transitada? ¿Una cumbre donde dos
presidentes se reúnen para discutir asuntos que conciernen a ambos
países y en poco o nada afecta tu vida diaria? ¿A ti eso qué te importa?
Y si te importa, por mero interés en temas de actualidad ¿vale la pena
que te golpeen y/o te lleven preso mientras los organizadores, a quienes
serviste fielmente sin saberlo, reciben toda la atención de los medios,
la ganancia política, y salen sin un rasguño? Piénsalo bien.

Efectivamente, el 4 de julio y el 13 de
marzo no se olvidan. Lo último que necesitamos los jóvenes es ser usados
como carne de cañón mientras los vivales que organizan todo salen
ilesos.

Firma: José Manuel Repetto Menéndez (NotiMeridaMx – 0127)