5 aciertos y 5 pendientes por resolver del gobierno de AMLO.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha rendido su primer informe constitucional de gobierno y para ser realistas, presenta cosas aciertos, por demás brillantes pero también, aspectos desaciertos.
Los aciertos:
El combate a la corrupción que ha emprendido el mandatario mexicano no tiene antecedentes. Está limpiando de raíz la forma en la que se hacían las cosas con el dinero público. Se acabaron los “moches”, las mordidas, el tráfico de influencias y sobre todo, la impunidad parece tener ya un fin de época. Aunque aún estamos a la espera de que los grandes responsables del saqueo de las arcas del país paguen sus culpas con la cárcel, la sensación de sanidad y de justicia empieza a sentar sus reales en todo el territorio nacional.
Los poderosos de la economía han dejado de dominar los destinos del país de forma tan vulgar como lo venían haciendo desde hace muchas décadas. Ya era costumbre que los mexicanos se arrodillaran ante los grandes empresarios. Hoy acompañan al Presidente, y es éste, el que por fin, parece mandar en el país.
La calidad moral del presidente López Obrador es una bandera. Y es digno de resaltarse, toda vez que este concepto de vida se había desprestigiado tanto que ya ni se mencionaba. “La moral es un árbol que da moras”, se decía de forma ligera y cínica. Es un logro que desde la tribuna presidencial se pronuncie con orgullo, aunque aún estemos lentos en el avance del camino por recorrer.
El Presidente pone en evidencia de forma tan asombrosa a sus enemigos. AMLO ha logrado que los mexicanos veamos con claridad el fracaso del modelo neoliberal en materia de congruencia. Sí, congruencia, esa que le exigen a él. Y es que, el modelo con el que México fue gobernado durante muchos sexenios bajo los conceptos neoliberales, generó un retraso brutal en el desarrollo del pueblo. La injusticia social se agravó y la brecha entre la pobreza y la riqueza se hizo muy grande. Darnos cuenta de ello, permite reorientar el pensamiento para darle a México una nueva ruta, que nos lleve a un desarrollo tangible, real, verdadero.
El país no se derrumbó con AMLO. El primer año de su gobierno ha servido para darnos cuenta que la ruta no parece ser catastrófica. México es un país con esperanza. El pueblo le confiere una popularidad del 60% promedio, porque confía en que está haciendo lo correcto.
Los pendientes:
Hay crisis en el tema de medicamentos, material de curación y tratamientos para pacientes. En todo el país se ha presentado esta carencia. El presidente debe solucionar este problema porque daña de forma inmediata a la población. Es verdad que existen empresas que se beneficiaban con contratos dañinos para la economía del gobierno, a través de precios inflados, “moches”, influencias, pero ya es hora de darle una solución a la falta de medicamentos.
Existe una severa ausencia de servidores públicos con capacidad y conocimientos para desarrollar la función pública. La torpeza en las instituciones se genera por la falta de respuesta de las autoridades, lo que genera irregularidades, retrasos, caídas del sistema, incumplimientos, y demás.
La inseguridad y la violación a los Derechos Humanos en el país son temas heredado de administraciones anteriores. En lo que respecta a la inseguridad existe la percepción de que las cosas están así por la falta de capacidad para enfrentar a la delincuencia organizada. Los mexicanos aún confían en que el gobierno de AMLO resuelva el clima de violencia que impera en el país. En cuanto a la violación de los DH, el presidente de México parece no tenerlo en su agenda de prioridades. A lo largo y ancho de la república, se violan flagrantemente, incluso desde las Comisiones Estatales, como en el caso de Yucatán, donde están documentadas las evidencias que señalan al titular de nombre Oscar Miguel Sabido Santana, de ser responsable del deterioro de la misma. El propio Sabido Santana está señalado por violar los derechos humanos de varios ex empleados de la Comisión Estatal. Y así, en muchos otros estados de la república. La urgencia es para que AMLO ejerza su peso político y se dé solución a esta grave problemática.
La forma en la que el presidente se expresa de sus críticos no es la correcta. Aunque es evidente que tiene el derecho de expresarse libremente, lo correcto es no agredir. Sin embargo, el mandatario tiene un estilo propio, lo malo es que cuando le critican “se calienta”.
El Presidente AMLO defiende a capa y espada su poderío electoral. Por eso, le ocupa demasiado que los programas a través de los cuales proporciona dinero público a diversos grupos de población, se incremente día con día. Afirma que esto es la prueba de que su gobierno promueve la justa distribución de la riqueza, cuando que en realidad el fondo es electoral, con miras a ganar el Congreso en el 2021, así como la mayoría de las gubernaturas. Sin dejar de ver el 2024. Ciertamente ha tenido un gran éxito al ganarse el reconocimiento de los miles de ciudadanos que reciben el apoyo, pero, el fondo es electoral. ¿A poco no van a votar por Morena en las elecciones que vienen?. No debe ser tan obvio el motivo real.
