Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Como Película, AyuntaMérida tiene un “Nemo Alcalde”.

Como Película, AyuntaMérida tiene un “Nemo Alcalde”.

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Como si fuera película, el AyuntaMérida tiene un “Nemo Alcalde”.

Analogía.

Nemo alcalde 7 febrero 2016Es “caeme bien”, “buena gente”, “amable”, aunque a menudo ingenuo (políticamente hablando). Y también arrebatado, obsesivo con la tarea, empeñoso, en fin, es todo un personaje. Sí, es el alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal y como buen personaje de película, tiene parecidos, similitudes, coincidencias con “Nemo”, el famoso pescadito de la película, que quiso explorar las profundidades del océano, con todo y sus grandes peligros y riesgos. ¡Qué cosas!.

Inmerso en la tarea, el joven empresario anda descubriendo aún, de qué se trata todo esto. Lo mejor que le sale no es tomar decisiones, sino soltar la risa orejona, a diente limpio.

Sí, no se trata de una aventura nada más. Seguro ya se dio cuenta de ello. Gobernar Mérida no es cosa fácil, ni asunto menor; no se trata de administrar una franquicia, donde todo se puede medir, por lo tanto evaluar.

A diferencia de la pecera, digo, la franquicia, en el Ayuntamiento de Mérida, existen sindicatos, y también hay mafia, con sus coordinadores, sus directores, sus jefes de departamento, sus inspectores, sus mandos policiales, sus policías; hay también sus constructores, sus empresarios favoritos, sus proveedores, sus medios, sus diputados, sus dirigentes de partido y claro, sus enemigos, en fin, todo un océano donde habitan peces, mariscos y tiburones de toda clase y tamaño.

Con el paso de los meses, el nuevo alcalde de Mérida, cual Nemo en las aguas azules se sumerge para descubrir que dentro de su propio gabinete hay insurrección, desobediencia y rebeldía. ¡Sí, se le ponen al brinco a Nemo, digo al alcalde!.

nemo alcalde dosEn el Cabildo el frondoso pulpo – regidor del PRD, dueño de la existencia política del bagre, digo del Moreno, tiene agarrado de las aletitas al pobre alcalde, pues un día sí y el otro también se le escapa cuando quiere y se aparece a la hora que se le da su gana en las sesiones de Cabildo y Comisiones a las que pertenecen. Claro, por supuesto, ya que con los dos votos, el alcalde tiene mayoría calificada.

Cual morsa encaprichada, el regidor Primo hace de las suyas también. Un día la hace de foca marina aplaudiendo todo y el otro de león marino, un día se emberrincha y el otro también, eso sí, luce el pecho y siente que después de él, ¡nadie!. Cielos. ¡Que lo amarren!.

El que se señorea es el tiburón Rommel, ese hace lo que quiere con el Cabildo. Y mientras el antecesor, ex padrino de Vila, hablaba hasta por los codos, el actual calla hasta con los ojos. El único lugar donde Nemo no se ríe, es en el Cabildo. ¡Pero qué tal en el Carnaval, ríe como Dori!

Pero la peor desgracia está en el gabinete, Claudia Canto hace y deshace, el delfín Pérez Ballote entra y sale rompiendo las olas sintiendo y disfrutando el poder a todo lo que da. La estructura: con vehículos, personal, recursos de la Comuna a su disposición y alcance. ¡Tremendo chulo!.
Recientemente se supo que en la Jefatura de Atención de la Juventud, se albergaba una medusa, a la que se le atrapó en chanclas, en fachas, descansando en su cueva, durante una jornada oficial de labores. Despedirlo fue toda una odisea. Pareciera que Nemo, digo el alcalde, no tuvo la fuerza para despedirlo de facto. No hubo que tender varias redes y todo una estrategia para darle una lección al funcionario corrupto y huevón. ¡Faltaba más!.

Sin embargo, la mayor prueba que está pasando el alcalde azulito, calificado de priísta de “viente”, es la que le ponen los vecinos del norte de la Ciudad y la regidora Diana Herrera Anduze, quien le cuestionó la tala de árboles indiscriminada. El alcalde tuvo que dar marcha atrás, luego de las protestas, y cuando creyó que se había echado a la bolsa a la gente, que se le vuelve a poner dura la tablita, y se le revierte. Hay quienes alaban al alcalde porque escuchó a la gente y les hizo caso, pero en realidad, un gobernante que tiene que recular es porque no supo escuchar desde el principio.

Sí, no se trata de recular, sino de hacer bien las cosas desde el inicio. En fin.

Bueno hasta aquí las aventuras de este pecesito, que nada en pleno océano. Y todavía no se adentra en las aguas turbulentas. Inicia el año y las cosas están para llorar. Los cercanos a Nemo, le sugieren disfrute un poco la aventura.

La verdad es que al alcalde le hace falta gente cercana que sepa del negocio y piense en él. A los que debe escuchar no escucha y a los que le son un peligro los tiene como rémoras.