El Regidor “tombolero”, un fiasco despreciado por Morena

I.- En las pasadas elecciones de Junio del 2015, el Partido Morena se hizo presente en la Ciudad de Mérida y logró obtener un regidor en la figura de Regino Octavio Carrillo Pérez. Sin embargo, su actuación en el Cabildo ha dejado mucho que desear, haciendo constancia de que de política simplemente “es un chiste”. Lo habían advertido los integrantes de la dirigencia estatal de Morena, pero nada se pudo hacer.

II.- El pasado día 30 de junio del 2015, Morena recibió la notificación de que el regidor oficial sería Carrillo Pérez, en vez de Alondra Alvarado Leyva, lo que motivó la reacción de la dirigencia estatal quien de forma enérgica ofreció una rueda de prensa en la que dio a conocer su postura. Acusaron a Carrillo Pérez de ser beneficiado por la “mafia en el poder”.

III.- Carrillo Pérez fue acusado por su propia dirigencia de ser una persona deshonesta, ambiciosa e impuesta por la autoridades electorales. La candidata a la alcaldía de Mérida por Morena, Hilda Aké Hoil se fue con todo en su contra.

IV.- La dirigencia rompió lanzas contra el “beneficiado” porque no se “cuadró” a los designios de la dirigencia Morenista. Acusado de ser beneficiado por la “mafia en el poder”, Regino Octavio dio por buscar cobijo político dentro del Cabildo. Y lo encontró en el regazo de los regidores del PAN, quienes lo usan para legitimar sus acciones y decisiones políticas.

V.- Cuando el Partido Morena seleccionó a sus candidatos mediante una rifa, una tómbola, en febrero del 2015, era evidente que le ofrecería a los ciudadanos un albur. Podrían salir “buenos” o podrían salir “malos”. El resultado es que al menos en Mérida, el regidor es muy “malo”.

VI.- Y es “malo” en relación a su baja calidad como político. El hombre carece de oficio político. Carece de preparación política, esa que da la trayectoria en el servicio público. Son permanentes sus errores en Cabildo, errores que van desde la falta de lectura y comprensión de los temas a aprobarse en sesiones ordinarias de gran importancia social, financiera y política para la Ciudad.

VII.- Integra las Comisiones Permanentes: la Comisión de Gobierno, la Comisión de Patrimonio y Hacienda, la Comisión de Desarrollo Urbano y Obras Públicas. De igual forma, Integra las Comisiones Especiales: la Comisión de Comisarías, la Comisión Especial de Organismos Paramunicipales. En fin, con tanta responsabilidad el ciudadano Octavio Carrillo está simplemente rebasado.

VIII.- A últimas fechas le ha dado por salir a declarar a medios, con el fin de darse a conocer a la población. Sin embargo, es evidente que está atrapado en las garras del panismo, que ha sabido aprovecharse de su candidez, su inexperiencia y falta de oficio. Y ha logrado un gran “entendimiento” con Primo Martinez, quien sueña con ser el candidato a la alcaldía de Mérida, si es que Mauricio Vila decide no reelegirse. Bueno esa es su tirada. La fotografía de la izquierda nos muestra a los dos políticos “echando rostro”, como si con eso le estuvieran solucionando la vida a Mérida al sembrar un árbol. Si al menos el regidor “tombolero” propusiera en Cabildo se repavimentaran todas las calles del Centro Histórico de Mérida y se lanzara abiertamente para proporcionarle a los meridanos esa satisfacción, se podría pensar en que tiene “madera” de gestor, pero nada. Ni eso. Sembrar un arbolito… ¡je!.

IX.- Su falta de oficio político, priva a los meridanos de contar con una visión social más profunda y certera. Su verdadera valía no es para el pueblo, sino para la derecha que gobierna. Para el PAN lo valioso es su voto, no su voz, no su visión de Ciudad. Su participación en el Cabildo es un alivio para el PAN, pues no necesita esforzarse mucho para legitimar sus intereses. Y ya con el voto en bloque del PRD y el de Morena, el PAN se la lleva tranquila y sin problemas.

X.- Los panistas no tienen la culpa de tener un aliado tan valioso y cuasi gratis. Saben que pase lo que pase, el de Morena siempre votará por lo que diga el PAN en el Cabildo. Sí, parece que la dirigencia de Morena en Yucatán tenía razón cuando acusó de que Regino Octavio Carrillo Pérez fue escogido e impuesto por la “mafia del poder”. Mientras tanto seguiremos viendo a un político con el título de regidor pero comportándose como un párvulo, como un iniciado, como una caricatura del poder. Seguirá levantando tapas de alcantarillas, seguirá criticando los programas de otros poderes con argumentos de otros poderes, seguirá plantando árboles con Primo, seguirá prestando su nombre y obsequiando su voto para legitimar al bando azul, pero eso sí, seguirá evitando a toda costa oponerse a los designios del PAN. Si esperamos que este político de baja calidad lea y comprenda la política nos secaremos. La política no es para improvisados ni para los que salen en rifa. Pobre Mérida tiene un regidor “tombolero”.