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A siete años, el Centro de Mediación del Poder Judicial se consolida

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A siete años de su creación, el Centro Estatal de Solución de Controversias (CESC) del Poder Judicial del Estado de Yucatán, encargado de resolver asuntos de todas las materias a través de la conciliación y mediación entre las partes, se ha profesionalizado hasta contar con la más alta norma de certificación de eficiencia de gestión y se ha consolidado como una opción cada vez más útil para la sociedad y para el propio sistema de justicia, al lograr soluciones pacíficas que ayudan al restablecimiento del tejido social e impulsan una cultura de la paz. 

Para dar una idea de la importancia del CESC, mejor conocido como Centro de Mediación del Poder Judicial, de 2010 a 2016 se realizaron más de 26 mil orientaciones y asesorías iniciales, que son la primera fase para la atención de asuntos, ya sean estos canalizados a través de los propios juzgados, que siempre dan esta opción a las partes, o directamente solicitados por los involucrados en algún conflicto que puede ser familiar, civil, mercantil, penal, incluyendo sistema tradicional, ejecución y sistema acusatoria oral, además del sistema especializado para adolescentes. 

En cuanto a entrevistas iniciales y complementarias, que es la primera fase del proceso, los mediadores del Poder Judicial del Estado llevaron a cabo 51,754 en ese lapso. 

Notoriamente, el Centro de Mediación del Poder Judicial recibe casos familiares, ya que del total de expedientes iniciados 51 por ciento corresponde a esta materia, luego sigue la materia civil con 21 por ciento y los asuntos mercantiles y penales representan un 11 por ciento cada uno. 

El CESC ha alcanzado una calidad de gestión muy importante. Hace dos años obtuvo la certificación ISO9001:2008, siendo la única área del Poder Judicial del Estado con este logro. Los indicadores que se miden para determinar la eficiencia del Centro son, entre otros, confianza ciudadana, confianza de respuesta entre las partes, eficiencia laboral y avance hacia la cultura de la paz. 

“Iniciamos operaciones en enero de 2010 al amparo de las reformas constitucionales de 2008 y hemos avanzado muchísimo desde entonces. Actualmente tenemos oficinas en Mérida que incluyen nuestra central que se ubica en la calle 35 en el centro, además de los juzgados penales tradicionales y orales en el Centro de Justicia Oral de Mérida, de ejecución de sanciones penales y en el Centro de Justicia para las Mujeres, explica Elma Gabriela Ávila Miranda, directora del Centro. 

Agregó que en el interior del estado tenemos en Umán, Progreso, Ticul, Tekax, Valladolid y Kanasín. Aunque no hay una oficina como tal, colaboramos con los juzgados de Izamal, Tizimín y Motul, expuso. 

En una entrevista, resaltó que el Centro de Mediación también atiende casos penales para llegar a acuerdos reparatorios en el nuevo sistema y colabora con la Fiscalía estatal en relación a diversos asuntos, entre ellos las denuncias por incumplimiento de obligaciones familiares, las cuales son canalizadas para el seguimiento de divorcio, custodia, pensión, días y horas de visita, en este caso es el mediador del Poder Judicial quien se encarga de dar el trámite correspondiente. 

Recordó que en junio de 2016, por efecto de la Ley Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias en Materia Penal, el Poder Judicial creó un Consejo de Certificación, tal como lo establece el artículo 46 de este ordenamiento jurídico y los lineamientos que fueron aprobados en el seno de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de la República Mexicana (CONATRIB). 

De esta manera, el Centro de Mediación del Poder Judicial quedó instalado el año pasado y puede capacitar, evaluar, certificar y renovar las certificaciones de facilitadores en el estado. Cabe hacer mención que el Centro Estatal certifica mediadores municipales y privados, estos últimos, sin embargo, sólo se certifican en materias diferentes a la penal. 

Ávila Miranda explicó que el Centro de Mediación también trabaja con el Centro de justicia para la Mujer ubicado en la Fiscalía Estatal y en donde se encuentra el juzgado sexto de oralidad en materia familiar del Poder Judicial del Estado. 

“Estamos trabajando en la atención temprana y en puntos que no son competencia de la Fiscalía para ser canalizados a los mediadores del Poder Judicial del Estado que se encuentran en ese Centro”, explicó. 

Pese a su modesta capacidad, el Centro realiza, además de sus funciones sustantivas, un trabajo educativo muy importante. “Damos pláticas en las escuelas, en parques, en oficinas municipales del DIF, incluso en nuestros propios juzgados. Los mediadores salen a ofrecer información porque todos tenemos problemas y conflictos y les explicamos a las personas que la comunicación y la verdad es la mejor manera de poder resolver un conflicto”, señalá la servidora pública. 

La directora del Centro de Mediación del Poder Judicial admite que el trabajo de los mediadores y facilitadores es complejo, por que la gente llega muy molesta y dispuesta a pelear, pero al final, después de las pláticas y conforme avanza el proceso, empiezan a cambiar sus ánimos, lo que permite legar a los convenios que son la fase final del proceso. 

Recordó que todos los convenios a los que las partes llegan con el apoyo del Centro tienen carácter legal. 

Enfatizó la preparación y experiencia de los mediadores del Poder Judicial del Estado, quienes en su momento fueron seleccionados a través de exámenes y el perfil idóneo. Antes de que abriera el Centro, en 2009, presentaron esta fase de selección 89 personas, de las cuales fueron seleccionadas 38 personas y al final se quedaron de manera permanente los 22 mediadores con los que actualmente cuenta el Centro para todo el estado, incluyendo a la directora y dos subdirectoras del mismo, una del área civil, mercantil y familiar y otra del sistema penal tradicional, ejecución, sistema penal oral y de adolescentes.