La Agencia de la ONU para los Refugiados manifestó gran preocupación por los bombardeos ocurridos el 2 de enero en las inmediaciones del centro de reunión y salida que acoge a refugiados y solicitantes de asilo en Trípoli, la capital de Libia.
El jefe de la misión de ACNUR en ese país, Jean-Paul Cavalieri señaló que las hostilidades suponen un riesgo para la seguridad de las personas refugiadas y solicitantes de asilo en esas instalaciones, luego de que tres morteros cayeran cerca del sitio, aunque afortunadamente no hubo víctimas.
ACNUR urgió a todas las partes del conflicto en Libia a proteger a los civiles y la infraestructura civil.
La instalación de reunión y salida se encuentra bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior de Libia.
ACNUR y LibAid, su socio en el país norafricano, han sido autorizados por las autoridades libias para operar los servicios que brinda el centro desde su apertura en diciembre de 2018.
Esa instalación se estableció para recibir a personas refugiadas que hayan sido identificadas para una solución en relación a su situación fuera de Libia. Es ahí donde esperan su traslado.
ACNUR informó que actualmente el establecimiento aloja a cerca de 1000 personas y que hay condiciones de hacinamiento.
Advirtió además que con el ingreso espontáneo de unos 900 individuos a partir de julio, ya no funciona como lugar de tránsito.
Boletín de prensa de la ONU
