El PRI optó por cerrarle la puerta a la consulta a la base. En la mesa de estatutos de la XXII Asamblea Nacional la directiva turnó la propuesta al seno del Consejo Político Nacional a celebrarse antes del cierre del año.
La dirigencia argumentó que no son atribuciones de la Asamblea Nacional la modificación de los estatutos correspondientes al método de elección de los candidatos, sino del Consejo Político Nacional. Los argumentos en contra no surtieron efecto y el debate se prolongará hasta la realización del mismo.
Pero no todo fueron malas noticias para la militancia tricolor, resulta que se acabó la era del “chapulinazo”, pues se aprobó por mayoría que ningún representante plurinominal brinque a otro cargo por la vía plurinominal. Esta medida causó gran revuelo pues en las primeras filas se encontraban César Camacho Quiróz, diputado plurinominal; Emilio Gamboa Patrón, Senador plurinominal entre otros plurinominales, que en el pasado se han beneficiado con esta práctica antigua. Apoyaron la propuesta la ex Gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco; el ex Gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz; el delegado de la CROC, Mario Machuca.
Se estableció que bastará con hacer la declaración de principios, para poder ser candidato, debido a que se aprobó eliminar el candado que representaba tener una militancia mínima de 10 años. Todo apunta a que el gran beneficiado es José A. Meade, Secretario de Hacienda del Gobierno Federal.
El PRI se dirige al sábado próximo con la gran expectativa de ver si le alcanza para llegar al 2018 en unidad. La imposición del dedazo está en camino, el problema para el tricolor es que no aguanta una prueba de éstas más.
La imposición es el veneno para un partido que aparenta estar sano, pero que enfermo está de lo mismo de siempre, el dedazo a favor del poder y en contra de la militancia.
