Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll Alumnos del IPN quieren bachillerato clasista y exclusivo

Alumnos del IPN quieren bachillerato clasista y exclusivo

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En la reforma del artículo 3° Constitucional para el caso de la educación media superior, conocido comúnmente como el bachillerato, se estableció a este subsistema como obligatorio, sin que llegue a constituirse como parte de la educación básica reservada a preescolar, primaria y secundaria. Esto implica un gran reto para el sistema educativo mexicano.

El bachillerato se considera una preparación preuniversitaria. Una etapa formativa para dotar de los conocimientos básicos para iniciar cualquiera de las carreras profesionales y técnicas. De ahi surge el concepto de preparatoria como igualmente se le conoce.

El problema para la instrumentalización de la reforma constitucional del bachillerato lo constituía el hecho de coexistir en el país diversos sistemas de educación media superior. Como ejemplos tenemos las preparatorias federales, las estatalaes en cada estado, los colegios de bachilleres, el Conalep, CECATIS y los que se han derivado de instituciones de educación superior como sucede aqui en Yucatán con las preparatorias UADY.

Si un estudiante de bachillerato empezaba sus estudios dentro de un subsistema y por cuestiones personales o hasta de estudios tenían que salirse de la escuela representaba en muchas ocasiones un problema. Como cada subsistema tiene sus propias características resulta dificil el tránsito de una escuela a otra. Como ejemplo tenemos el caso de la UADY que para estudiar en sus preparatorias pero se viene de una escuela diferente se requiere de un proceso de revalidación de estudios. Un trámite que resulta costoso e innecesario dentro de un mundo global donde se supone el conocimiento y las redes de información están más que interconectadas.

Por tal motivo, para darle la viabilidad a la obligatoriedad de la educación media superior, se crea el Sistema Nacional de Bachillerato (SNB) para que los planes de estudios de media superior se homologuen sin que esto significa que se pierda la identidad y esencia de cada uno de los modelos. En la práctica se define un Modelo Curricular Común pero que en la concreción de un plan de estudios cada subsistema de bachillerato tiene la oportunidad de adecuarlo a su propio modelo educativo. Como ejemplo, en las preparatorias estatales del Gobierno de Yucatán se sigue el modelo socioformativo de Sergio Tobón como base y fundamento curricular; mientras que en la UADY se planea conforme el modelo cognitivo y constructivista de Marzano.

Por lo cual lo que proponen los estudiantes del IPN de que se garantice que NUNCA se incorpore su subsistema al Sistema Nacional de Bachillerato se debe considerar un retraso e incumplimiento a la democratización del sistema de educación media superior. Un elitismo que a la larga les provoca ser una célula alejada de la realidad educativa de las escuelas de bachillerato de los otros subsistemas educativos. Le restan posibilidad de tránsito y movimiento entre escuelas y subsistemas en caso de ingresar a una preparatoria del IPN.

Podrá ser que ahora no vean la necesidad del cambio, lo que se entiende desde el punto sociológico de la resistencia al mismo. Pero una cosa es muy cierta, los ahora estudiantes que están haciendo una lucha se espera que no sean eternos en la institución. Al terminar su formación abandonarán la escuela para darle lugar a otras generaciones. Entonces ¿es valida la instrasigencia de obligar a que los respuesta de que ahora no se incorpore el IPN al SBN se le agregue NUNCA, un término absoluto?

¿Le niegan los de ahora a las próximas generaciones el derecho de evolucionar, de cambiar, de adecuarse a los tiempos y las circunstancias que les tocará vivir?