Inicio Noticias Internacional Aunque gana en la mayoría, Chavez pierde municipios importantes

Aunque gana en la mayoría, Chavez pierde municipios importantes

4750

El gobierno de Hugo Chávez obtuvo ayer un
triunfo con sabor amargo. Retuvo 17 de los 22 estados en juego en las
elecciones regionales y municipales, pero perdió en dos de los más
importantes: la capital Caracas y Miranda. En tanto oficialismo y
oposición peleaban voto a voto en otros dos de suma importancia como
son Carabobo y Táchira.

En medio de la tensión y expectativa por lo demorado del escrutinio,
los venezolanos celebraron en la madrugada de hoy los resultados que
permiten vislumbrar el comienzo de una nueva relación política entre
las dos Venezuelas.

“Esto es una victoria de suma importancia y de todos los venezolanos,
porque hemos dado un paso importante en la construcción de la
democracia”, dijo anoche un eufórico Antonio Ledezma, electo alcalde
mayor de Caracas, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE)
diera a conocer los resultados.

Los datos oficiales fueron dados a conocer después de la media noche,
debido a la masiva asistencia de votantes que fue de 65.45% del padrón
electoral.

La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, había anunciado en la tarde la
prolongación de los comicios sólo para “aquellas mesas donde haya
votantes”. Eso dio lugar a confusiones y propició numerosas denuncias,
para luego en la noche demorar el anuncio de los resultados aumentando
la tensión en todo el país. Una situación similar a la que el CNE había
adoptado en el referéndum revocatorio de 2004.

De inmediato el general Alberto Muller Rojas, vicepresidente del
Partido Socialista Único de Venezuela (PSUV), llamaba a “a los
militantes a ir a votar en los centros donde aún estén abiertos”, algo
que violaba la orden del CNE, mientras que militantes oficialistas se
aglutinaban en los centros para pedir que “no cierren”.

De esa manera, cientos de mesas demoraron más de cinco horas de la hora
oficial de cierre en ser clausuradas (16:00 horas locales), aún cuando
el 100% de la elección se llevó a cabo en forma automática, un
argumento más para transformar en inexplicable la demora en
proporcionar los datos oficiales.

Por esas horas el “carómetro” (como llaman los venezolanos a la primera
impresión de los rostros de los candidatos) era elocuente en los
búnkers del oficialismo, mientras la oposición denunciaba que en Petare
como en otras regiones los militares al mando del Plan República (el
dispositivo de seguridad electoral) “mantenían abiertas las mesas
cuando ya no había votantes en un sin sentido”, según lo denunció ante
el CNE Enrique Márquez, dirigente del partido opositor Nuevo Tiempo.

De esta manera, hasta anoche el oficilismo retenía 17 estados y la
oposición ratificaba su liderazgo en el poderoso estado de Zulia y en
Nueva Esparta, recuperaba Miranda (donde cayó el ex vicepresidente
Diosdado Cabello) y Caracas. Y mantenía las esperanzas de quedarse con
los otros dos distritos de lo que se conoce como el “corredor
electoral”. De confirmarse esos resultados, el crecimiento de la
oposición sería más que considerable con respecto a las últimas
elecciones regionales de 2004, cuando sólo obtuvo dos de los 22
estados.

A medida que se extendía la demora, algunos enfrentamientos entre
militantes oficialistas y opositores se habían desatado en algunos
lugares del centro de Caracas y en Apure. “Yo no soy un loco y si tengo
que reconocer la derrota como ya lo hice una vez lo haré, pero les pido
a los venezolanos que esperen los resultados con calma y a los medios
que no den resultados”, había solicitado el presidente Chávez, luego de
votar en el barrio 23 de Enero.

A lo largo de la jornada, donde el balance fue de calma y normalidad —a
pesar de algunas irregularidades y de las 106 personas detenidas en
todo el país— 130 observadores invitados por el gobierno, 13 enviados
por la OEA y 2 mil 500 fiscales aportados por la Federación de
Estudiantes Universitarios, se añadieron a las ONG como Súmate para
controlar los comicios.

Ayer en Venezuela no se jugaban los nombres de las nuevas autoridades
regionales y municipales solamente. La elección, convertida por el
propio Chávez en un plebiscito a su gestión, se transformó además en
una extensión de las de diciembre de 2007, cuando el presidente se vio
impedido de obtener la reelección indefinida.

“Anoche, lo que Chávez no pudo es revivir su proyecto de perpetuarse
mediante la posibilidad de la reelección. Una vez más los venezolanos
defendieron en las urnas la democracia”, opinó el ex ministro y
analista Teodoro Petkoff.

La realidad se vislumbraba anoche en el cuartel chavista donde el
electo alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, saludaba que “el fuego
de la revolución sigue ardiendo”, aun cuando anoche las urnas parecen
haberle echado un equilibrado chorro de agua.