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Buscan reducir niveles de ruido después del aislamiento social

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Lima, 29 Abr (Notimex).- Es importante tener en cuenta que la ciudadanía es  responsable también de la calidad ambiental del entorno donde vive y, a fin de  reducir los niveles de ruido después del aislamiento social, se debe usar la bicicleta y generar menos contaminación sonora, señalaron autoridades ambientales en Perú.
En el marco del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, indicaron que “es importante generar conciencia en la ciudadanía sobre los riesgos, molestias y daños que generan los ruidos en la salud”.
De acuerdo con el Ministerio peruano de Medio Ambiente, hay que darse cuenta desde nuestras casas, ahora con el aislamiento social, que también se puede contribuir para reducir los niveles de ruido ambiental con hábitos tan sencillos.
Ejemplificó que es necesario que la gente aprenda a controlar el volumen de la televisión, la radio o música, especialmente en horario nocturno, así como educar a las mascotas para no causar molestias por el ruido que generan a otras personas.
También recomendó hacer uso adecuado de lavadoras, licuadoras y otros electrodomésticos que emitan altos niveles de ruido, así como usar aplicaciones móviles para medir de manera regular los niveles de ruido en los alrededores de nuestras viviendas.
Recordó que las principales fuentes generadoras de ruido ambiental son el tránsito vehicular, las actividades industriales, de comercio y ocio, así como las empresas y construcciones.
Explicó que en estos momentos de aislamiento social, en la capital peruana se registra una baja de hasta en 8 dBA (decibeles, escala de medición de ruido) en comparación con días antes de la cuarentena. En zonas residenciales, el Estándar de Calidad Ambiental (ECA) es de 60 dBA, durante el día y 50 dBA durante la noche.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el ruido ambiental genera perturbación en el sueño y la interferencia en la comunicación, el descanso y la concentración, además de la alteración del estado de ánimo tanto de las personas como de otros seres vivos.
La exposición a niveles de ruido elevados produce además pérdida de audición, insomnio, estrés, hipertensión, dificultades del habla, que se manifiestan particularmente en niños y sus capacidades de aprendizaje.