La campaña Anti Huach emprendida en Yucatán, es simplemente una reveranda pendejada. A quien se le haya ocurrido es lo de menos, pero definitivamente es una tremenda embarrada.
Esta campaña consiste por lo que se deja ver, en condenar al pre candidato del PAN a la gubernatura del estado por el hecho de haber nacido en la Ciudad de México. Mauricio Vila al parecer nació en esa entidad pero ha vivido gran parte de su tiempo en Yucatán.
Con todo respeto a quien o quienes se les haya ocurrido esa idea, no consideró o consideraron, el tamaño de la repercusión. Resulta que el racismo político alcanza a muchos ciudadanos que han destacado por su gran trayectoria de vida en la entidad. No daré nombres por respeto a quienes me refiero, pero sí he de resaltar que yucateco es todo aquel que se siente orgulloso de Yucatán.
Y es que siendo justos, el concepto “Huach”, es un descalificativo empleado para lastimar a quienes vienen de fuera, en especial de lo que antes se conocía como Distrito Federal. El tono y la expresión son verdaderas agresiones propias de un racismo que no debe existir en nuestra democracia.
Si lo que se desea es no tener nada que ver con los “huaches”, entonces ¿por qué hemos permitido y disfrutado de la inversión extranjera?. Los yucatecos hemos saboreado en algún momento de una hamburguesa Burger King, o Mc Donalds. Empresas que han venido a generar empleo directo o indirecto.
La campaña no está lastimando a un candidato, sino a una sociedad entera que tiene una historia de vida en Yucatán. Desde 1985 la entidad ha recibido a cerca de medio millón de personas que eligieron vivir aquí por su calidad en la educación, en los servicios médicos, en la tecnología, etcétera, hay tantos motivos. Recientemente la seguridad es un valor que ha atraído a familias enteras de otras partes de la república, y que ya adoptaron a Yucatán con el corazón.
En lo personal, tengo 47 años de vida, de los cuales 42 los he vivido hermosamente en Yucatán. Ya tuve el honor de ser candidato a la Alcaldía de Mérida y aquí he formado una familia. Todos mis estudios los hice aquí desde la primaria hasta la carrera profesional. La verdad la campaña Anti Huach nos alcanza y nos agrede.
La explicación que pretende ser justificación, sale sobrando. Simplemente esa campaña nos denigra, nos humilla y nos ofende. Creo sinceramente que como estrategia electoral es muy mala, muy pendeja y muy riesgosa. La gente en su mayoría, incluyendo a nacidos en Yucatán, está rechazando categóricamente esa apuesta. ¿A quién beneficia?, sinceramente no beneficia a nadie.
Yucatán no puede vivir dividido y menos por una apuesta estúpida. Denostando y ofendiendo a la gente no se gana una elección. No se ganan simpatías electorales. De hecho, habría que condenar igual, la frase “los yucatecos bien nacidos”, pues estrictamente hablando, todos los yucatecos somos bien nacidos.
Mi condena es hacia quien haya propuesto y conseguido que esa campaña Anti Huach esté en plena operación en redes sociales. Ese seguramente no es un estratega, ni conoce bien a los yucatecos.
