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Cerrar la brecha de género en el trabajo requiere acabar con la discriminación y los estereotipos

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Las diferencias de género relacionadas con el trabajo no han experimentado una mejora significativa durante 20 años, revela un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado en vísperas del Día Internacional de la Mujer , por celebrarse el 8 de marzo.

Un futuro del trabajo  en el cual las mujeres tengan una situación de igualdad con respecto a los hombres no requiere pasos graduales sino un gran salto en el que se ponga fin a la discriminación y las desventajas y se superen los estereotipos arraigados en cuanto al papel de las mujeres en la sociedad, el valor de su trabajo y su posición en el mercado laboral.

El informe Un paso decisivo hacia la igualdad de género: Para un mejor futuro del trabajo para todos, muestra que en los últimos cinco años, la diferencia entre las tasas de empleo de los hombres y las mujeres ha disminuido menos de dos puntos porcentuales. En 2018, las mujeres tenían 26 puntos porcentuales menos posibilidades de trabajar que los hombres.

Según ese documento, las leyes que establecen que las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos son la base para exigir y conseguir la equidad en la práctica.

Lograr la igualdad de género en el mundo del trabajo es posible si se revocan las leyes que discriminan a las mujeres

La directora del Departamento Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, Manuela Tomei, recordó que entre los factores que obstaculizan la igualdad en el empleo, “el que desempeña el papel más importante es el cuidado de los niños”.

“Lograr la igualdad de género en el mundo del trabajo es posible si se revocan las leyes que discriminan a las mujeres y a las niñas antes de su entrada en el mercado laboral, así como las disposiciones que impiden a las mujeres realizar un trabajo nocturno o subterráneo, o entrar y progresar en una ocupación o sector determinados”, dice el estudio.

Prestación de cuidados no remunerada

Los datos de la OIT indican que alrededor del 70% de una muestra mundial representativa de mujeres preferirían tener un trabajo remunerado y que el 66,5% de los hombres están de acuerdo. Sin embargo, en 2018 sólo el 45,3% de ellas tenían un trabajo. En ese año, 1.300 millones de mujeres estaban empleadas, mientras que los hombres con trabajo sumaban 2.000 millones.

La prestación de cuidados no remunerada sigue siendo el principal motivo por el que las mujeres están fuera de la fuerza de trabajo. A nivel mundial se calcula que 647 millones de mujeres en edad de trabajar se dedican de tiempo completo un trabajo de cuidados no remunerado, en comparación con 41 millones de hombres que hacen lo mismo.

La OIT señala que entre 1997 y 2012 el tiempo que las mujeres dedicaron al trabajo doméstico y a la prestación de cuidados apenas disminuyó 15 minutos por día, mientras que el de los hombres sólo aumentó ocho minutos por día. De continuar a ese ritmo, la brecha de género en términos de tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado se cerraría hasta 2228, en 209 años.

El informe presenta las leyes y las prácticas que están cambiando esta dinámica, para una distribución equitativa del cuidado dentro de la familia, y entre la familia y el Estado. “Cuando los hombres comparten el trabajo de cuidado no remunerado de manera más equitativa, encontramos un mayor número de mujeres en cargos directivos”, señaló Manuela Tomei, destacando el papel que pueden desempeñar los hombres en la creación de un mundo de trabajo más igualitario.

La maternidad

Otro de los factores que afectan a las mujeres es la penalización vinculada con la maternidad. De acuerdo con las cifras de 51 países, en 2015 el 45,8% de las madres de menores de 5 años tenían trabajo, en comparación con el 53,2% de sus coetáneas sin niños de esa edad. Entre 2005 y 2015, la penalización del empleo asociada a la maternidad aumentó un 38,4%.

Por si esto fuera poco, también existe una penalización salarial ligada a la maternidad que persiste durante toda la vida laboral de las mujeres, en cambio, la paternidad se asocia con una prima en el sueldo. Además, los cargos de liderazgo suelen ser escasos para las madres de niños pequeños, sólo el 25,1% del personal directivo con niños de menos de 6 años son mujeres.

La remuneración, por su parte, sigue siendo en promedio un 20% más baja para las mujeres.

Otros factores de peso que perpetúan la desigualdad son la violencia y el acoso en el medio laboral y la revolución tecnológica y digital, que suele afectar a muchas mujeres cuando se automatizan funciones de los sectores que más las emplean, como la hotelería y la restauración, o cuando se trasladan puestos de trabajo de un país a otro.

Prácticas discriminatorias

La baja representación de las mujeres en los sindicatos y organizaciones de empleadores, así como su ausencia en los procesos de negociación y su baja participación en las instituciones nacionales de diálogo social son un elemento más de desigualdad.

El informe, cuya elaboración tomó cinco años, advierte que las prácticas discriminatorias en la esfera laboral se extienden a todos los aspectos del empleo y la ocupación, en particular a la remuneración, el avance profesional y la cobertura de la seguridad social.

La OIT destacó el trato injusto, que incluye los abusos, el acoso y la discriminación, entre los principales retos que encaran las mujeres, sobre todos las jóvenes de 15 a 29 años. “Un mundo del trabajo libre de violencia y acoso es esencial para que exista un futuro del trabajo con igualdad de género”, apuntó, y recomendó los convenios colectivos y las medidas en los lugares de empleo para luchar contra esos flagelos.

Valoración del trabajo

La agencia de la ONU pugnó, asimismo, por el reconocimiento y valoración del trabajo realizado por las mujeres. En este sentido, reconoció que en muchos países existen leyes que exigen la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor y llamó a que esas legislaciones se respeten y se adopten medidas de transparencia para acelerar el cierre de la brecha de género.

Con determinación y decisiones valientes, podemos dar un paso decisivo

Pidió, asimismo, aprovechar la tecnología para que las personas, mujeres u hombres, con compromisos de cuidados familiares puedan conciliar sus responsabilidades familiares y laborales. Instó también a que se establezcan servicios de cuidado infantil y de personas mayores y a que las mujeres tengan acceso efectivo a una protección social adecuada a lo largo de sus vidas.

El informe recomendó un futuro del trabajo donde todos podamos dedicar más atención a los otros, con tiempo para el cuidado y políticas y estructuras de cuidado inclusivas. Un futuro del trabajo más solidario también significará una importante fuente de empleo.

La OIT exhortó a desplegar mayores esfuerzos para movilizar y apoyar a las mujeres durante los períodos de transición en el trabajo y conminó a mejorar la participación y la representación de las mujeres a fin de garantizar que todos los otros caminos sean verdaderamente eficaces.

“Sabemos ahora mucho más sobre las diferencias de género y los factores que las generan, y lo que es necesario hacer para lograr progresos más significativos en materia de igualdad de género en el mundo del trabajo; el camino está trazado”, declaró Shauna Olney, jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad de la OIT y de OITSIDA. “Con determinación y decisiones valientes, podemos dar un paso decisivo, de manera que el futuro del trabajo no refuerce las desigualdades del pasado. Esto beneficiará todos”.

Boletín de la ONU