Son muchas las mujeres que han cambiado el curso de la historia, y muy pocas las veces, en que han sido reconocidas, con ese inmenso valor que sus aportaciones han tenido para toda la humanidad. En este escrito, hago un recuento de algunas de ellas, cuyas historias me han conmovido profundamente, y su invaluable servicio a los demás, a través del desarrollo pleno de sus dones y talentos, ha marcado una gran diferencia en la vida de millones. La pregunta para reflexionar es: ¿A cuántas de estas destacadas mujeres conoces, y puedes asociar con algún descubrimiento científico o invento?, ¿Sabes que muchas de ellas, además de ser talentosas, fueron mujeres virtuosas, tal como la biblia lo plantea, y que una cosa no está “peleada” con la otra, siendo posible armonizar el amar a Dios con el desarrollar todo el potencial como mujer?
Científicas y premios nóbel: Marie Sklodowska Curie, Iréne Joliot-Curie, Gertrude Theresa Cori, María Goepperte-Mayer, Dorothy Crowfoot Hodking, Rosalyn Sussman Yalow, Barbara McClintock, Rita Levi-Montalcini, Gertrude Belle Elion, Christiane Nüsslein-Volhard, Linda Diane Brow Buck, Françoise Barré-Sinoussi, Ada E. Yonath, Elizabeth Helen Blackburn, Carolyn Widney Greider, May-Britt Moser, Tu Youyou.
Inventoras: María, la Judía, Hipatia, Mary Dixon Kies, Tabitha Babbit, Amelia Jenks Bloomer, María Walton, Amanda Jones, Margareth E. Knight, Josephine Garis Cochrane, Julia Letitia Greer, Amalie Auguste Melitta Bentz, Beulah Louise Henry, Mary Phelps Jacobs, Sarah Boone, Angela Ruiz Robles, Hedwig Eva María Kiesler, Marion Donovan, Bette Nesmith Graham, Helen Greiner.
Mexicanas científicas e inventoras: Matilde Petra Montoya Lafragua, Tessy María López Goerne, Guadalupe Suárez Michel, Helia Bravo Hollis, Deborah Berebichez, María Elena Caso Muñoz, Laura Huerta Múzquiz, Enriqueta González Baz, Hortensia Galeana Sánchez, Olga Medrano Martín del Campo, María Victoria de la Cruz Toyos, Rosa María Ahidé López Merino, Evangelina Villegas Moreno, Mayra de la Torre Martínez, María Teresa Gutiérrez Vázquez, Elva Guadalupe Escobar Briones, Herminia Pasantes Ordóñez, Thalia Harmony Baillet, Linda Silvia Torres Castilleja, Ana María Cetto Kramis, Sonia Gamboa Vázquez, Martha Patricia Ostrosky Shejet, Julieta Norma Fierro Gossman, Susana López Charretón, María del Socorro Flores González, Blanca Elena Jiménez Cisneros, Julia Carabias Lillo, Amor Muñoz.
Si la respuesta es: no sé quiénes son, ni qué realizaron la gran mayoría, te invito a investigar, pues te sorprenderá saber que muchas son las no reconocidas, que dieron su vida, por una noble causa, que está salvando millones de vidas actualmente. Hacer en verdad patria es reconocer a todos y todas por igual, pues aunque nuestras diferencias son complementarias y enriquecen, hay una deuda histórica, y debe pagarse, siendo el inicio, el conocer más acerca de ellas, y reconocer sus aportaciones, tanto como se reconoce la de muchos varones, que quizá fueron más difundidos por cuestiones de su género, que las antes mencionadas. En una sociedad, que se precie democrática, cada persona debería ser consciente del valor fundamental de la mujer en nuestra sociedad, reconociendo la participación activa de la misma, como la más genuina forma de la democracia, pues el pueblo lo formamos todos y todas.
Sin embargo, un punto fundamental, independiente de los dones y talentos que como personas, Dios nos haya brindado desde antes de nacer, es el carácter, ese que se forja con las experiencias de vida y la actitud que decidimos tomar ante ellas. A propósito, Proverbios 31, describe de manera magnífica, el retrato de la Mujer Virtuosa, misma que no está peleada con la ciencia o la capacidad inventiva, sino que al contrario, al serlo, estas dos se potencializan, actuando en sinergia para un propósito mayor: cumplir la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta, ayudando a otros en amor, a hacerlo también.
Proverbios 31:10-31Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Elogio de la mujer virtuosa
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos
