Tras un paréntesis de nueve meses causado por las diferencias sobre la agenda hasta marzo de este año y posteriormente por las restricciones causadas por la COVID-19, finalizó este sábado en Ginebra el tercer periodo de sesiones del Comité Constitucional sobre Siria.
Al terminar el encuentro, Pedersen conversó con los medios de comunicación acreditados en Ginebra e insistió en que se habían encontrado “varias áreas de puntos en común”, pero que persisten las diferencias.
“Todavía hay desacuerdos muy fuertes y mis amigos sirios, por supuesto, nunca temen expresar esos desacuerdos, pero también me complació mucho oír a los dos Copresidentes decir muy claramente que pensaban también que había bastantes puntos en común. Y lo que espero es que, con suerte, cuando nos volvamos a encontrar, podamos aprovechar esos aspectos compartidos y hacer que el proceso siga avanzando”, explicó.
Siguiendo su razonamiento en clave positiva indicó que creía que durante los encuentros “hemos podido de generar un poco de confianza, un poco de confianza, y si podemos construir sobre esta base, y continuar el trabajo que hemos comenzado, veremos progresos en la labor del comité, pero como dije, esto, depende, por supuesto, de los propios sirios, en el seno del comité”.
Persiste el problema con los detenidos y los secuestrados
Sin embargo, con relación a otro tipo de cuestiones como los progresos en la liberación de los secuestrados y detenidos, el enviado especial señaló que los acuerdos fueron difíciles de alcanzar.
“La cuestión de los secuestrados, detenidos y desaparecidos, como saben, es una de mis cinco principales prioridades desde el inicio, y es un área en la que me temo que no hemos visto suficientes progresos. Pero, por supuesto, tengo la esperanza de que con la continua calma sobre el terreno y con el progreso en la vía política, también podamos ver algún avance en este frente”.
Al mismo tiempo destacó el gran interés mundial que genera el proceso en Ginebra y, habida cuenta de la presencia de varias naciones, tanto regionales como internacionales dentro de Siria, reiteró su llamado a un cese al fuego en todo el país, más allá de la frágil tregua que se mantiene en el noroeste de Siria.
Indicó que, pese a que hay otras zonas de Siria en las que todavía hay problemas de seguridad como en el noreste y el suroeste, la situación en el noroeste parece “mas tranquila” y que esta situación es un elemento propicio para las conversaciones en curso.
“Pero al mismo tiempo, creo que en principio acordamos que las conversaciones que se llevan a cabo aquí en Ginebra no dependen de la situación sobre el terreno. Esta es una de las cuestiones clave que abordo en todas mis sesiones informativas al Consejo de Seguridad, y hago un llamamiento a las partes para que garanticen que esta calma se convierta, en lo que hemos llamado, de conformidad con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, un cese al fuego en todo el país, y eso es lo que seguimos pidiendo”, destacó.
¿Cómo funciona el Comité Constitucional?
Según las normas de procedimiento establecidas para estas discusiones facilitadas por la ONU, las reuniones del Comité de 150 miembros contarán con dos órganos “uno mayor y otro menor”. En esta ocasión solo se reunió este último.
El primero estará compuesto por 150 hombres y mujeres que se repartirán a partes iguales, 50 cada uno, el Gobierno, la oposición y la sociedad civil. El órgano menor contará con 45 representantes, 15 por cabeza, de las tres partes aludidas.
El órgano “menor” será el encargado de elaborar y redactar las propuestas constitucionales y el “mayor” de aprobarlas. Este último, podrá ser convocado, en paralelo o de forma periódica durante el transcurso de las tareas del órgano menor, para examinar y aprobar las propuestas.
Las decisiones de ambos órganos han de buscar el consenso de sus miembros, pero, en caso de no alcanzarse, habrán de contar con la aprobación de un 75% de los integrantes de cada órgano (113 para el mayor y 34 en el menor).
Boletín de prensa de la ONU
