El pasado sábado 25 de junio concluyó con gran éxito el Diplomado “Las víctimas de violencia de género en el nuevo sistema de justicia penal en México” organizado por la Fiscalía General de Estado, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID-México y con el aval de la Facultad de Derecho de la UADY.
A lo largo de 12 fines de semana se pudo analizar con profundidad temas desde las características del nuevo sistema de procuración e impartición de justicia, el concepto y análisis de qué es género y la metodología de análisis de la perspectiva de género. Se pudo reflexionar y tomar conciencia de los efectos de la violencia de género, cómo atenderla desde la primera noticia hasta los principios de la recuperación o rehabilitación plena de la mujer o niños afectados.
Se contó además con la oportunidad de razonar sobre el papel de los funcionarios y persona que atienden estos casos con los temas de resiliencia y los síndromes del Burn Out, postraumático Vicario y estrés laboral. El fortalecimiento de la mente y emoción para quien asesora y canaliza los esfuerzos para atender a las víctimas es fundamental para un mejor servicio, más lúcido y con capacidad de entender la realidad que se acusa y demanda.
Agradezco a la Fiscalía del Estado la oportunidad para tomar y concluir con el diplomado. Enfocado hacia el Centro de Justicia para las mujeres se abrieron espacios para la asistencia de personal no solo de la misma fiscalía, sino también, a miembros de la sociedad civil y religiosa. La atención de la violencia de género no puede quedarse únicamente desde una perspectiva legal. Implica una atención integral de la persona humana. Es por ello que se pudo analizar con una riqueza en los comentarios por la diversidad de perspectivas un tema que nos interesa a todos y es necesario para la construcción de una sociedad más justa, armónica y en paz.
Igualmente me permito reconocer al personal del Centro de Justicia para las Mujeres de nuestra entidad. Entre psicólogas y abogadas hay un gran compromiso de estudio, análisis y participación para cumplir con la tarea, aun y a pesar de todos los obstáculos que se puedan presentar por cuestiones de índole legal y burocrático. Si algo podemos estar plenamente seguros que los caminos hacia la consolidación de los procesos institucionales para atender los rezagos sociales no acaban nunca. Siempre se tendrá que ir caminando, superando barreras conscientes o inconscientes. La permanencia durante 12 fines de semana que se veían largos, sacrificando espacios de convivencia familiar para entrar en materia de discusión es un ejemplo de ese compromiso que debemos reconocer.
Ahora nos toca a quienes tuvimos esta oportunidad de salir a la sociedad y ayudar a una mejor comprensión de la realidad sobre la violencia de género. Estoy plenamente seguro que estaremos cada día más orgullosos del Centro de Justicia para las Mujeres, así como también, de la Fiscalía General del Estado, de los maestros que desde el punto de vista académico serán precursores de cambios para una cultura a favor del respeto a mujer y al hombre como elementos integrantes y y fundamentales de la sociedad.
Por la sociedad civil organizada y los credos religiosos que ahí estuvimos estamos comprometido a ser portadores desde nuestras trincheras sobre la importancia de la perspectiva de género. Una forma de analizar la violencia para encontrar los medios de prevención, atención y canalización.
Al final, hombres y mujeres, todos somos parte de esta sociedad.
