Nuestro país, a partir de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, como producto de las demandas revolucionarias se concretó una legislación a nivel constitucional que reivindicaba diversos derechos sociales, de seguridad social y laborales que fueron en su época de avanzada. Recordemos que fue hasta la década de los 40’s en ese siglo cuando surgió la Declaración de los Derechos Humanos, muchos de los cuales ya estaba reconocidos en nuestro marco jurídico.

Uno de esos derechos o reivindicaciones laborales fue el vinculado con la seguridad social y, especialmente, el derecho de una pensión para los trabajadores que llegan a una etapa improductiva ya sea por edad o por una consecuencia derivada de una enfermedad o circunstancia discapacitante para ejercer sin perjuicio a la integridad de una persona.

Una pensión se define desde una perspectiva teórica como un pago, temporal o de por vida, que recibe una persona cuando se encuentra en la condición de retiro por edad o por una circunstancia de impedimento físico para ejercer el trabajo. Los trabajadores en activo en México a lo largo de su vida laboral van aportando una cantidad del salario que se reúne con aportaciones de los patrones y una tercera parte proporcionada por el gobierno. Dicho recurso económico que nunca forma parte de la liquidez del trabajador en cada vez que recibe su salario, se va cuenta que ira acumulando una cantidad que se utilizará para los cálculos de cuánto un trabajador debe recibir como pensión.

También es necesario distinguir que en México existe una doble clasificación de trabajadores. En el artículo 123 de la Constitución determina en un Apartado A las reglas jurídicas de los trabajadores en general; mientras que en su Apartado B se refiere a los trabajadores al servicio del Estado. Para este segundo caso, los trabajadores conocidos popularmente como burócratas, cuenta con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) que es el organismo estatal a nivel federal que cuenta con el presupuesto para la administración de los seguros, prestaciones y servicios de estos trabajadores.

¿Qué se necesita para tramitar una pensión?

Para el caso de la pensión es necesario afirmar que para el caso de la jubilación se requiere de 30 años de servicio o llegar a la edad de 65 años para gozar de esta prestación. Que para determinar los montos se considera el número de años de cotización en el ISSSTE y la edad del trabajador. Ese monto equivale a un porcentaje del promedio de tu Sueldo Básico del último año inmediato anterior a la fecha de baja.

Si hay dudas sobre este proceso, puedes pedir cita por internet ya sea por vía telefónica o por Internet para solicitar un asesoramiento personalizado para cada uno de los casos, es decir, lo que nos corresponde conforme a las reglas operativas de la pensión que determinan el porcentaje a recibir aplicando los factores de edad y tiempo de cotización o trabajo activo.

No olvides, en caso de ser mexicano, que este es una prestación y derecho que vamos construyendo a lo largo de nuestra vida laboral que tiene la finalidad de darnos tranquilidad cuando ya no estamos activos en el trabajo.