Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll ¿De qué sirve el Tribunal Electoral de Yucatán?

¿De qué sirve el Tribunal Electoral de Yucatán?

980

Los Entidades Federativas son entidades autónomas que conforman la federación. Al firmar el pacto federal ha perdido total y plena soberanía ya que dependen en muchos aspectos jurídicos de lo que determina la Constitución Política Mexicana, considerada como la Ley Suprema que rige bajo el principio de supremacía constitucional.

Hemos tenido los yucatecos una elección estatal para elegir a nuestro próximo gobernador, diputados y presidentes municipales. Los requisitos y las tareas de todos esos funcionarios se encuentran regulados por el orden constitucional yucateco.

Como parte del proceso electoral hay un periodo de impugnación cuya resolución le compete el Tribunal de Justicia Electoral y Administrativa, que como el día de hoy, ha resulto con respecto a la impugnación presentada por el candido ato perdedor del PAN Joaquín Díaz Mena carece de sustento, y por consecuencia, el triunfo le corresponde al príista Rolando Zapata Bello.

Sin embargo, aún con la celebración que hoy hacen los príistas en Yucatán de lo que consideran es un claro triunfo de su partido, los perdedores han anunciado que recurrirán ahora al Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación que igualmente tendrá que hacer el análisis y la valoración del proceso interno de la entidad.

Analizada la situación en el Consejo Editorial de Mi Punto de Vista nos quedamos con la pregunta que titula esta reflexión ¿de qué sirve el Tribunal Electoral de Yucatán cuando en la práctica no se le hace caso y siempre la resolución final de los procesos electorales internos terminan calificados por el Tribunal Federal?

¿Qué pasaría, hipotéticamente, que en Tribunal Federal resolviera darle la razón a los impugnadores y le retirará el triunfo a Rolando Zapata Bello?

Jurídicamente, todo puede pasar.

Esto nos lleva a cuestionar, con todo respeto a la clase política, que de nada sirve gastar el presupuesto en sostener a una institución que al final no se le escucha ni se le hace caso.