La población de adultos mayores resultaría la más afectada a largo plazo
NOTIPRESS.- Durante la pandemia por Covid-19 científicos se han enfocado en descifrar la correspondencia entre episodios de delirio y la demencia. Así, médicos a cargo de pacientes hospitalizados por la enfermedad pandémica reportaron, un gran número de enfermos padecieron delirio, de los cuales la mayoría eran adultos mayores. En la última década se afirmó, tan sólo un episodio de delirio incrementa el riesgo de desarrollar demencia en los siguientes años.
El aumento de personas con delirio, dificultad para recordar cosas simples o severa desorientación, producido por la pandemia ha centrado la atención en dicho padecimiento. Proporcionó a los científicos una oportunidad única para seguir a los pacientes y determinar si el delirio podría afectar la cognición a largo plazo.
Según un estudio realizado en abril de 2020 en Estrasburgo, Francia, 65% de las personas con Covid-19 desarrollaron confusión aguda, principal síntoma del delirio. También, datos presentados durante la más reciente reunión del Colegio Americano de Médicos de Tórax, demostraron, 55% de dos mil personas con coronavirus en terapia intensiva, alrededor del mundo, desarrollaron delirio. Estas cifras son más altas de las esperadas por los médicos; usualmente, casi un tercio de las personas críticamente enfermas representan delirio, según un reporte meta analítico del 2015.
Análisis durante la última década encontraron, un sólo episodio de delirio puede incrementar el riesgo de desarrollar demencia años después, así como acelerar la tasa de deterioro intelectual en aquellos con la condición previamente adquirida. También puede existir el fenómeno al revés: alguien con demencia puede desarrollar delirio. Sin embargo, con una serie de simples recomendaciones, como establecer la presencia de un familiar para ayudar a orientar al paciente, puede reducir la incidencia del delirio en un 40 por ciento. No obstante, los hospitales e instituciones de salud adolescen de personal para ayudar de esta manera a las personas con Covid-19.
Con estos datos, los científicos no aseguran del todo la estrecha relación de la demencia con el delirio. Tampoco pueden explicar cuál es el factor del delirio que puede provocar demencia. Al resolver esta incógnita, los investigadores podrían prevenir una futura demencia después de episodios de delirio. Actualmente, institutos científicos alrededor del mundo han comenzado una gran variedad de estudios sobre los efectos cognoscitivos de la Covid-19 a largo plazo, donde algunos se enfocarán en el delirio.
Por ahora, uno de los estudios sobre este padecimiento se desarrolla en Estados Unidos, con el enfoque en observar a pacientes hospitalizados por coronavirus, donde muchos desarrollaron delirio durante su estancia. Cabe esperar consolidar científicamente la relación entre demencia y delirio, pues esta última fase otorgaría más valor a las hipótesis previamente estudiadas sobre los efectos de la Covid-19.
