El día de ayer, lunes 19 del presente año, recibimos una llamada de trabajadores de la Comisión de los Derechos Humanos (CODHEY), quienes prefirieron el anonimato en virtud de que está en juego su trabajo y manifestaron que existen 3 casos confirmados de contagio de covid 19, dos empleados y una mujer del servicio externo de limpieza y a pesar de tener conocimiento de ello ni el presidente de la Codhey, Oscar Miguel Sabido Santana, ni el Director Administrativo, aceptaron la sugerencia de los empleados de cerrar las oficinas y sanitizar el lugar; obligando a que los empleados acudan a guardias, exponiéndolos a la enfermedad.
Lo anterior, de ser tal cual se mencionó en la llamada, donde los empleados buscaban Orientación, ya que al tratarse de la oficina donde se debieran proteger los derechos humanos, existe una flagrante violación al derecho a la salud y al trabajo digno, y no saben a dónde más pueden recurrir. Motivo por el que se les orientó y canalizó debidamente a las autoridades locales y nacionales a las cuales poder recurrir.
Lo anterior deja en estado de vulnerabilidad e indefensión a todo un colectivo ya que dicha institución cuenta con una plantilla laboral de más de 100 empleados; que si bien se encuentran laborando por guardias y turnos, el virus ahí está; si el covid19 llegó a las nuevas instalaciones de CODHEY ubicadas en la calle 27 número 72 por 8 y 10 de la Colonia México.
Sumándose esta arbitrariedad a todas las ya antes reportadas desde que asumió el cargo el Presidente actual, carente de buen criterio y sobre todo de conocimiento en materia de derechos humanos lo cual evidentemente perjudica su trabajo y a su equipo quienes hacen lo que pueden con lo que tienen. Esto aprovechándose del grado de necesidad que cada miembro de la nómina Al menos los que sí asisten a trabajar normalmente y no son aviadores) pues cada uno tiene familia y gastos que de quedarse sin trabajo les sería imposible cumplir.
¿Cuál es el argumento para no cerrar las oficinas? La atención de usuarios y quedar “bien como institución que no ha dejado de laborar”; sin darse cuenta que con ello expone a mayor cantidad de población llevando y trayendo el virus entre usuarios (que muchos llegan sin la debida protección) y empleados.
Es indiscutible que en lo que sucede no solo juega la falta de criterio del presidente de la institución son de sus asesores más allegados, cuyo desconocimiento del tema y falta de visión afecta en muchos aspectos a todos; ejemplo de responsabilidad son los Juzgados civiles y mercantiles que al primer caso luego de haber regresado a sus actividades y tener todas las precauciones de sana distancia, tomas de temperatura, entre otras medidas; se decidió el cierre de las oficinas, pues no hay nada más valioso que la vida y con ello el respeto hacia las personas que trabajan para tiy sus familias, y que en el caso de la Comisión se trata de las personas que tienen menos ingresos, más riesgo y que sacan adelante el trabajo con el que el presidente se adorna cada año ante el congreso para luego tener su comida de lujo con consejeros y asociaciones muy específicas (no todas son dignas de invitación).
Irregularidades en esta administración en CODHEY hay muchas, pero sin duda la peor es el violentar el sagrado derecho a la vida y con ello a la salud, al trabajo y a la vida digna.
¿Será capáz el titular de reconsiderar? ¿o seguirá actuando a capricho y de forma visceral cada que se siente acorralado por no tener la altura y la capacidad que se requería para el cargo que ocupa y que le fue regalado?
- Adriana Trejo Martínez, es directora de la Asociación Civil A’Katen, dedicada a derechos humanos y grupos vulnerables; tal como se acredita en el acta constitutiva número noventa y dos ante la notario pública 37 de fecha veintiocho de agosto del año dos mil dieciocho y el acta de asamblea notariada novecientos ochenta y ocho de fecha veintiocho de noviembre de dos mil diecinueve, ante el notario público número 46.
