Con respeto al Sr. Gobernador,
Rolando Zapata Bello.
Entendemos qué es lo doloroso en la vida cotidiana, el tener que estar entre la espalda y la pared, las voces, el eco de los que están murmurando en su conciencia que quieren justificar lo injustificable, el pueblo en otro eco pide se actúe con cautela. Podríamos entender que es lo pasa por su mente: “Traicionar a su amigo” ó a su partido, pero lo que realmente debe hacer es cumplir con el juramento que una vez hizo al pueblo Yucateco al recibir en sus manos el cargo como Gobernador, y no traicionar su ética y ni menos a traicionar a la democracia que un día al él beneficio, de la que un día se vio favorecido, de no acotar su derrota como capitán de ese priismo, sería el peor error de Rolando Zapata Bello que como gobernador tendría.
Yo cuento literariamente lo que aquí desde la Ángeles California palpo, lo que miro y percibo entre migrantes yucatecos que emitieron su voto a favor de Mauricio Vila, y que ahí en Yucatan, muy pocos quieren o se atreven a editarlo en contra del todopoderoso señor Gobernador priista, sin embargo, para mí contarlo es respirar.
Y les relato un episodio que podemos encajar muy bien para no darle tanto solemnidad a este artículo: Como dijera un poeta a quien nos vea El Master, de quien se dice es muy famoso, y que un día fue invitado para presentar un libro “inédito” de un también empírico escritor, quien crea su libro remediando párrafos de escritos de otros autores, para luego presentarlo como suyos; pues bien, en ese episodio donde se le pidió al El Master poeta presentar el libro en cuestión, y quien muy enérgico el poeta expreso: “éste libro, no es bueno, ni es malo sino todo lo contrario, por eso hay que leerlo”, y la audiencia quedo perpleja de tan escueta presentación, simple, llana y dolorosa para el autor.
Pues si tomamos en cuenta el relato anterior, puede que se aplique bien dicha idea al hoy Gobernador Rolando Zapata Bello, su Gobierno, ni fue bueno, ni fue malo, allí lo zigzagueó, y el gobernado debe dar su opinión sino es que ya a dio en las urnas, pero aún así el gobernador yucateco pretende meter las manos en el resultado de la elecciones y apoyar al candidato perdedor por defender lo indefendible, por querer salvaguardar intereses personales en el estado, único lugar en el que el priismo se resiste a morir, el esfuerzo de su Gobierno de estar calificado punto medio, equilibrado entre lo malo y lo bueno se irá a la basura.
Si actúa como mal perdedor, en su destierro político llevará el sello de traidor de la democracia, es preferible enfrentar la dolorosa realidad y salir como el ave Fénix.
Más allá de tomar una decisión propia, la decisión correcta es no ser indiferente ante la decisión popular, en caso de aceptar su derrota como lo ha hecho su jefe Meade, Peña, etc., su castigo será como pocos, pero en cambio su valor será aplaudido por un pueblo, por una sociedad que le agradecerá su valentía por no haber aplastado una decisión popular expresado en las urnas. Rolando Rodrigo Zapata Bello, Sin resentimientos debe irse con dignidad. Es cuanto.
