mi sentimiento se podría describir como una extraña mezcla entre impotencia, enojo y tristeza, el hecho de observar que no avanzamos, no llegamos, tropezamos, no podemos, me hace sentir realmente frustrado… es difícil digerir algo como lo de ese domingo cuando la afición por el futbol me fue inculcada desde muy pequeño, es difícil aceptar que no hay excusa y se trata de un fracaso mas para nuestro balompié, es difícil ver que se cometen los mismos errores una y otra y otra vez, como si el futbol mexicano fuera una especie de “animal” sin capacidad de obtener conocimiento empírico.
Por un momento dejémonos de tapujos y rodeos, por un momento les pido que pongamos los pies en la tierra y aceptemos con todas sus letras que Sudáfrica 2010 fue un FRACASO para la selección mexicana… ¿razones? ¿Culpables? La cacería de brujas comenzara, de eso no se preocupen, Como cada cuatro años la prioridad será buscar responsables fáciles y rodaran cabezas… pero dejando eso de lado, detengámonos a analizar un poco punto por punto el trayecto con salida en Leipzig y arribo en Johannesburgo… comencemos, valga la redundancia, por el principio del proceso y recordemos: ¿quién fue el sustituto de Ricardo Antonio Lavolpe al frente de la selección?, Si así es, Hugo Sánchez, después de estar “en campaña” del 2002 al 2006, logro por fin asumir la dirección técnica de la selección con el consentimiento, e incluso agrado por parte de los directivos debido a la imagen comercial que implicaba la figura del “pentapichichi” símbolo del futbol mexicano … la historia todos la conocemos, eliminación de la copa oro contra Estados Unidos, perdiendo un fogueo importante que pudo ser la copa confederaciones, el estrepitoso fracaso del torneo preolímpico, la complicación de la eliminatoria, la no aceptación de críticas, la soberbia, el orgullo y la prepotencia. Se comenzó muy mal, se perdieron oportunidades y tiempo, el golpe de timón se dio, Chucho Ramírez asumió la dirección técnica de manera interina para dar paso a lo que parecía una apuesta atrevida y diferente, si señores, Sven-Göran Eriksson asumió la capitanía del barco, llego un técnico con múltiples triunfos en ligas europeas y un prestigio ganado en el mundo del futbol… de nuevo no hay necesidad de ahondar mucho en lo acontecido, después de la derrota en San Pedro Sula, Sven fue cesado de su cargo por la “urgencia” de resultados… la ya de por si pisoteada “teoría de la continuidad”, fue rematada con esta decisión.
El salvador llego, Javier Aguirre un técnico mexicano con buen desempeño en el futbol europeo había sido cesado del Atlético de Madrid recientemente, ni mandado a hacer, los planetas parecía que habían sido alineados a favor del seleccionado mexicano, trece meses antes de la copa del mundo, el mesías había arribado, el destinado a recuperar la eliminatoria por segunda ocasión tomo el banquillo de la selección. El objetivo planteado era con miras al multicitado quinto partido en el mundial, el once de junio se acercaba, y entre partidos amistosos, copa oro, hexagonal etc. Nunca se pudo dilucidar un estilo de juego en la selección, las arcas de la federación se llenaban con cada partido molero que llevaban a Estados Unidos y como normalmente sucede en cada proceso mexicano, lo económico gano por encima de lo deportivo.
La gira europea previa al mundial fue uno de los pocos aciertos de los federativos en este proceso mundialista, nunca se habían tenido rivales de tal categoría antes de un mundial, el hecho de jugar contra Inglaterra, Holanda e Italia en terreno ajeno, representaba una oportunidad de fogueo importante… el resultado de dicha gira nos arrojo una “clásica selección mexicana”, conclusiones como: “jugamos bien 45 minutos”, “solo falta meterla”, “hay que estar concentrados”, “debemos mejorar a balón parado” no se hicieron esperar y fueron una constante tras cada juego, tal vez los aficionados nos ilusionamos pensando que “con un poco de suerte” llegaríamos al quinto partido… la copa del mundo llego y se fue, arrojando las mismas conclusiones que cite anteriormente… hay que aceptar la realidad, la suerte es una mínima parte, si se llega a un mundial con un proceso a trompicones, un técnico que parece estar ciego, una preparación que solo fue valiosa un mes antes del mundial y todo un sistema que privilegia lo comercial antes que lo deportivo… es más que obvio que el quinto partido no se merece.
En parte hay que estar agradecidos de que no se haya logrado el objetivo planteado, hay que estar agradecidos porque la realidad futbolística nos termino colocando donde debemos, de lo contrario, en el supuesto de llegar a cuartos de final, se habría interpretado como un incentivo para que los directivos sigan manejando el futbol como lo manejan.
Señores aficionados, tomemos conciencia de una vez por todas de quienes son los que mandan en el futbol, tomemos conciencia de que el dinero que llega a los bolsillos de los directivos, televisoras, federativos etc. Es nada más y nada menos que: de aquellos llenan los estadios cada fin de semana en cada una de las jornadas del futbol mexicano, de aquellos que dan rating a los programas producidos por las televisoras “dueñas” del futbol mexicano, de aquellos que agotan la camiseta verde en las tiendas deportivas cada vez que se pone a la venta, es de nuestros hermanos migrantes que gastan su dinero que tanto trabajo les cuesta ganar para tragarse horrendos partidos moleros, solo porque la federación se aprovecha de su noble sentimiento de tener algo de su tierra cerca de ellos, es de aquellos que acuden al estadio Azteca cada vez que los “verdes” juegan como locales, es de cada uno de los mexicanos que sintonizan jornada a jornada, partido a partido la liga local… si señores ese dinero con el que se llenan las cajas registradoras de la FEMEMXFUT es NUESTRO, ¡DE LA AFICION!… es muy cierto que una manifestación a las puertas de la FEMEXFUT por un mejor futbol, sería algo tonto y sin sentido ya que este órgano se maneja con dinero privado, pero OJO, lo que la afición si puede hacer, es dejar de consumir este futbol mediocre, el razonamiento seria análogo con el de comprar en repetidas ocasiones el mismo producto de mala calidad, como comprar una “comida pasada” o un refresco de mal sabor, es exactamente lo mismo. Afición, ¡despertemos! Manifestemos nuestra inconformidad con la forma en que se maneja el producto “futbol nacional”, dejemos de darle dinero a aquellos que no privilegian más que eso ¡el dinero!, demostremos que nosotros tenemos la batuta, demostremos que no nos dejaremos engañar mas por las televisoras que nos hacen creer que tenemos una selección como la de España o Brasil, consumamos futbol mexicano solo cuando realmente valga la pena. Es muy cierto que la liga mexicana de futbol tiene orígenes nobles y de amor a la camiseta… esos orígenes no pueden estar más perdidos… Es cierto que la liga mexicana de futbol es prácticamente parte de nuestra cultura y de la vida del mexicano… Es cierto que hay muchos jugadores mexicanos jóvenes que valen la pena… sin embargo, el sistema está estancado, mientras las cabezas no cambien su actitud y sus prioridades, seguiremos rondando entre el 15 y el 20 del mundo con miras a bajar de posición.
Señor aficionado si en realidad valora el futbol mexicano, convoquemos a no asistir al partido a celebrarse el día once de Agosto en el estadio Azteca, o acaso ¿usted quiere premiar a un sistema mezquino y de resultados mediocres con un lleno total?, insisto que varios jugadores valen muchísimo la pena, pero la manifestación y protesta es contra los directivos y dueños de los equipos, no habrá mejor ocasión para demostrar que ya no somos la “afición ingenua” que se traga todo lo que nos manden… torneos largos, reducción de extranjeros, trabajo en fuerzas básicas, trabajo en sub-17, sub-20 y sub-23 ESO es lo que se necesita… aficionado cuando vayas a algún estadio de futbol en México, sintonices algún partido, compres alguna playera, balón etc. sin que alguna de estas condiciones estén concretadas, ten en cuenta que solo estarás premiando a los que más daño le hacen al futbol nacional … AFICION ¡DESPIERTA!.
Marcos Vera Badias.
