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Disfuncionalidad administrativa en @AyuntaMerida : Enrique Alfaro M

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En estos momentos cuando estamos haciendo la tarea de la presupuestación para el próximo ejercicio fiscal 2015, vemos con preocupación que continua habiendo saldo cuestionsos en las chequeras municipales – nos afirma el regidor príista Enrique Alfaro Manzanilla.
Continua diciendo – Las cuentas de chequeras con montos de van alrededor de los 600 millones de pesos solo demuestran que hay una deficiencia administrativa en lo que se refiere al control del gasto a días de concluir el ejercicio fiscal.
Pero ¿cuál es el problema? – le cuestionamos.
El asunto – nos contesta – es que a menos de 45 días de concluir este año, si consideramos que para la aplicación del recurso es necesaria una licitación, el procedimiento para su desahogo y determinación es precisamente ese mismo tiempo. A lo cual hay que sumarle la entrega del recurso de la obra, su ejecución y supervisión. Por lo cual se ha quedado ya corto el tiempo para que ese recurso pueda aplicarse debidamente.
El problema mayor que de esa cantidad, alrededor de 168 millones esta etiquetado a infraestructura social de ramo 33. Si el dinero no se ejerce, entonces, se debe devolver.
¿No hay recursos que se puedan transferir al próximo año?
Dificilmente, a menos que sean multianuales, pero es claro que ese tipo de gasto solo representa el 20 por ciento de lo presupuestado, por lo cual, todo lo demás debe ser devuelto sin que se logre combatir los rezagos que encontramos en parques públicos, en los mercados, especialmente en el caso de San Benito y otras obras que están a la vista de los ciudadanos que esperan se cumpla el compromiso de calidad que prometió el alcalde Renán Barrera al asumir la presidencia.
¿A qué se puede deber lo anterior?
Puede haber muchas razones, pero podemos citar fácilmente a la cancelamiento de obras por una mala priorización de las obras necesarias para la ciudad. Una cosa es cierta, en febrero cambiaron las reglas de operación, por lo cual cuando en marzo se hace la priorización y se dan cuenta que no se puede cumplir por las modificaciones el proceso de asignación de obras y recursos se aplazaron hasta llegar a tiempos que ahora resultan fatales y solo demuestran que no ha existido una buena planeación del gasto público.