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Documental narra lucha maya contra uso de transgénicos

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Robin Canul relata su trabajo en el documental “¿Qué le pasó a las abejas?”, el cual tiene un balance entre lo periodístico y lo cinematográfico
Por Cristóbal Torres

México, 4 de junio (Notimex).— El Festival Cinema Planeta cerrará su doceava edición con el documental ¿Qué le pasó a las abejas?, disponible de manera gratuita el 5 de junio durante 24 horas en territorio mexicano a través del sitio electrónico del festival. El largometraje narra la lucha de comunidades mayas contra el poder de corporaciones trasnacionales que buscan introducir productos transgénicos en la zona.

      En entrevista con Notimex, Robin Canul, uno de los directores del documental junto con Adriana Otero, aseguró que hoy en día el problema está lejos de terminar. “Hace aproximadamente tres años había todavía registro de que se seguía sembrando soya de forma ilegal; sin embargo, ese tipo de cosas a veces es un poco complejo conocerlas”.

      Añadió que ha existido un panorama de impunidad respecto a la bioinseguridad en México, sobre todo en la región de Campeche, donde se llegó a hablar de la introducción de una semilla argentina de la que no se tenía registro, pero que terminó siendo de Monsanto.

      Una de las características de este documental es que se dio a la tarea de contar con una productora de impacto, es decir, una persona encargada de que no se quedara en la simple proyección, sino que jugara un rol en la problemática que retrata, y se eligió a Paola Stefani, responsable de Huicholes: los últimos guardianes del peyote.

      Mencionó que Stefani entró con el reto de llegar a otros públicos para que la película lograra su objetivo: el respaldo total a las comunidades que se encuentran todavía en un proceso legal contra la transnacional. Hay una demanda de amparo contra la siembra de transgénicos y está pendiente una consulta indígena al respecto.

      Aseguró que los planes de impacto son una necesidad de los documentales hoy en día, pues permiten explorar diferentes vías y, sobre todo, medir los alcances que consigue. “Nosotros trabajamos en tres ejes: el circuito cinematográfico, el académico y la parte comunitaria, que es muy importante”.

El deber de registrar los sucesos

Robin Canul consideró ideal que el documental llegue a las pantallas de cine, lo que implica que exista el interés de alguna distribuidora. “Nosotros estamos encantados de que pueda llegar a otras salas que sean más democráticas, pero depende de los coordinadores de las plataformas”, y de los mismos espacios mencionados.

     El también fotoperiodista reveló que se trata del primer largometraje documental en el que participa, pero, aseguró, como periodista es un deber seguir registrando lo que sucede en la zona de la Península de Yucatán.

      Dirigir un documental fue una experiencia nueva para el fotógrafo; se tuvo que enfrentar a dinámicas distintas; sin embargo, sostuvo que logró una buena química con Adriana Otero. “Teníamos trabajos diferentes; yo era el contacto directo con la comunidad; tenía que abrir el terreno con ellos, tomar acuerdos y solicitar permiso para poder grabar en el pueblo con las personas”.

      Reconoció que el documental logra un balance entre lo periodístico y lo cinematográfico. “Tiene datos duros que van desde lo legal hasta en términos de deforestación, pero no descuidamos la parte estética, más ligada a la fotografía y los ambientes”.

      Expuso que la historia abarca no solamente lo ocurrido en la península mexicana, también da un salto al Cono Sur, específicamente Argentina. “No queremos que suceda en México lo que ya sucedió en ese país; ya no son impactos únicamente al medio ambiente, sino a la salud de la población”.

      Canul estimó que es una gran ganancia para el documental cerrar el Festival Cinema Planeta, porque “estas plartaformas ayudan a que más personas puedan acceder de una forma sencilla a estos largometrajes con el simple hecho de tener acceso a internet”.