La venta de las ediciones impresas de los medios de comunicación escrita al menos en Yucatán cada día merma debido a la relevancia que ha alcanzado la red por internet. Esto en gran medida, debido al costo que conlleva el adquirirla y en mucho -la razón más importante creemos- porque la población busca liberarse de las líneas editoriales que establecen los mismos y que al parecer ya agotaron la tolerancia ciudadana por la actitud permanente y alejada del cambio. Siempre lo mismo fastidia.
Durante muchos años, los periódicos impresos fueron la única opción de información que tenían los ciudadanos, sin embargo, ahora la web ofrece múltiples opciones con diversos enfoques y líneas editoriales.
La web es poderosa por la constante de crecimiento que experimenta.
En los últimos días, algunos medios de comunicación han empezado a promocionar la venta de sus ediciones impresas a un costo increíble. Por ejemplo el Diario de Yucatán, oferta su edición impresa a 3.5 pesos moneda nacional. Su costo normal es de 8 pesos moneda nacional, más del 50% de rebaja. Llama la atención esta estrategia que incluye el adelgazamiento de sus páginas interiores.
Como este periódico, existen otros que enfocan sus esfuerzos hacia otros campos no explorados. La web, reitero ha logrado vencer la hegemonía de los poderosos medios de comunicación. Hay algunos que nacieron con la consigna antigobiernista y en menos de lo que canta un gallo de patio yucateco reventaron y pidieron a los yucatecos una donación en dinero.
En la web, los portales compiten en igualdad de circunstancia, bajo esquemas de equidad.
Si una página web contiene información importante y de calidad compite con las demás. La web ha venido a derrocar el imperio de muchos medios de comunicación que en tiempos de antaño fueron considerados “la biblia de Yucatán o de México”.
Los jóvenes empiezan a darse cuenta de lo importante que es la calidad en la información, la veracidad, las revelaciones a través del análisis, la trascendencia de la noticia y la no manipulación de las ideas.
La democracia llegó a la web para quedarse, y transformar la vida de los medios de comunicación.
Ahora nadie posee la verdad absoluta. ¡Viva la web!.
