Inicio Noticias Internacional El crecimiento mundial se ralentiza al tiempo que Europa se debilita y...

El crecimiento mundial se ralentiza al tiempo que Europa se debilita y persisten los riesgos, según indica la OCDE

540

La economía mundial se está desacelerando y persisten riesgos importantes, al tiempo que el crecimiento se debilita mucho más de lo previsto en Europa, según las últimas Perspectivas Económicas Intermedias de la OCDE.

Las perspectivas económicas se han ralentizado más de lo previsto en casi todos los países del G20. Las vulnerabilidades derivadas de China y el debilitamiento de la economía europea, junto con la desaceleración del comercio y de la industria manufacturera mundial, la elevada incertidumbre política y los riesgos en los mercados financieros podrían socavar el crecimiento sólido y sostenible previsto a medio plazo en todo el mundo.

La OCDE prevé que la economía mundial crecerá un 3,3% en 2019 y un 3,4% en 2020. Las perspectivas y proyecciones abarcan todas las economías del G20. Las revisiones a la baja con respecto a las anteriores Perspectivas Económicas de noviembre de 2018 es especialmente significativa en el caso de la zona del euro, sobre todo en Alemania e Italia, así como en Reino Unido, Canadá y Turquía.

El informe de perspectivas identifica la desaceleración de China y Europa, así como el debilitamiento del crecimiento comercial en todo el mundo como los principales factores que lastran la economía mundial. Asimismo, subraya que las nuevas restricciones comerciales y la incertidumbre política podrían generar efectos adversos adicionales sobre el crecimiento mundial. En tanto se espera que el estímulo de las políticas adoptadas ayude a contrarrestar la débil evolución del comercio en China, si bien persisten los riesgos de una ralentización más acusada que podría afectar al crecimiento mundial y a las perspectivas comerciales.

«La economía mundial se enfrenta a dificultades cada vez más serias», ha afirmado la economista jefe de la OCDE Laurence Boone. «Una desaceleración más pronunciada en cualquiera de las principales regiones podría hacer descarrilar la actividad en todo el mundo, sobre todo si se extiende a los mercados financieros. Los gobiernos deben intensificar el diálogo multilateral para limitar los riesgos y coordinar las medidas de políticas para evitar una desaceleración más acusada», ha afirmado la Sra. Boone.

El informe de perspectivas insta además a los bancos centrales a que sigan prestando su apoyo, si bien subraya que la política monetaria por sí sola no puede resolver la ralentización en Europa ni puede mejorar las moderadas perspectivas de crecimiento a medio plazo. La adopción de un nuevo estímulo fiscal coordinado en los países europeos con un bajo nivel de deuda, junto con la implantación de nuevas reformas estructurales en todos los países de la zona del euro, daría un nuevo impulso a la recuperación del crecimiento, impulsaría la productividad y estimularía el crecimiento salarial a medio plazo.

Boletín de prensa