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El discurso de Sahui… el cambio que requiere

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El discurso de Sahui…

A 23 días de la elección la única arma poderosa que le queda a Mauricio Sahui es su discurso. Y es que, el que tiene llegó a su tope. El alcance debe rebasar el tope que la continuidad le señala. Porque la otra gente, la que no está seducida por su oferta política, demanda escuchar otras cosas, otras formas de proyectar una visión real, más cercana a la verdadera.

A Mauricio Sahui el discurso de “todo va muy bien” le funcionó hasta cierto punto. Ahora necesita cambiarlo, sí, de tajo. La continuidad está acotada por la realidad. Un ejemplo es el tema del combate a la pobreza extrema; en Yucatán a pesar de los muchos programas sociales, la pobreza es visible. La migración hacia los Estados Unidos y hacia estados vecinos, como Quintana Roo, por la falta de empleo y de oportunidades es una realidad irrefutable y constituye el fundamento de que hay que ir más allá del discurso original.

Para Sahui hay temas negados, como el de la corrupción. Si él aborda el tema, no faltará quien le advierta que no lo haga pues pondrá en evidencia al Gobernador Zapata Bello. Pero es fundamental que lo aborde, porque la gente tiene como primer lugar como motivo de rechazo a la oferta de cualquier candidato, la corrupción. Y es evidente que en el combate a la misma, el gobierno estatal no ha mostrado resultado contundente. El Instituto para el Combate a la Corrupción que existe, en realidad es una “institución fantasma”, que sirve para mantener una burocracia inútil e ineficiente. Sahui necesita demostrar que con él, ese Instituto sí será real y sí combatirá la corrupción de tajo.

La campaña de Sahui ha sido intensa, el hombre ha demostrado que tiene mucha capacidad y merece una oportunidad, pero al no abordar los temas fundamentales, él mismo se está disparando a los pies.

Sahui está muy cerca de la militancia pero muy lejos de la sociedad yucateca. A Sahui lo han querido cuidar cuidando que la imagen de Rolando Zapata no se manche. Eso es imposible, porque la continuidad también tiene serias vulnerabilidades. Por ejemplo, en materia de corrupción, la gente ve muy mal que políticos encumbrados tengan a sus hijos en la nómina estatal o federal, siendo parte del sistema político vigente. Esto sucede en la realidad en el marco del gobierno bien calificado de Zapata Bello.

La gente quiere ver que el candidato Sahui, encare la realidad “tomando el toro por los cuernos”. No hay forma de que evite tal exigencia. En la medida en la que se niegue a cambiar el discurso, serán sus posibilidades de ganar la elección.

Hay temas que duelen, como los servicios de salud en el interior del estado. La situación es grave y demanda de los candidatos más urgencia en su accionar. Pero no basta con anunciar que habrán más unidades médicas, o que habrán más medicamentos, o que habrán más médicos, sino que hay que decir la fórmula perfecta “el sector salud en el estado presenta fallas, los recursos son insuficientes y por eso hay tanta queja, en mi gobierno le daremos respuesta a la demanda de los yucatecos… etc.”.

A Sahui se le pide no cerrar los ojos. Se le pide no callar, se le pide despertar conciencias, se le pide desbordar el ánimo social con compromisos reales. Sahui debe asegurarnos que en su gobierno no habrán nuevo ricos, ni camarillas, ni “Comandantes” que fraccionen el ejercicio del poder. A Sahui se le pide que sea líder, que demuestre los tamaños reales que tiene para mandar en el estado. A Sahui se le pide que muestre su capacidad de mando.

No falta mucho, la elección está muy cerca. El triunfo, la victoria, depende de lo que muestre el candidato oficial. Porque la oposición, no pierde nada, y sí en cambio puede llevarse casi todo.