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El ejemplo lo pone Ivonne Ortega. Al PRI hay que sacarlo del marasmo en el que se encuentra

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Foto de Archivo.

El ejemplo lo pone Ivonne Ortega.

I.- Las imposiciones llevaron a la derrota al PRI en las pasadas elecciones del 1 de julio del 2018. Pero no solo se trató de las imposiciones de candidatos, sino también de la forma en la que se decidió el destino del país desde la silla presidencial.

II.- Fue la voluntad del Presidente Enrique Peña Nieto la que imperó a pesar de los diversos puntos de vista que la sociedad planteó a temas trascendentales de la vida pública. Y en su calidad de Jefe Político de la Nación, estableció un control total de la dirigencia nacional del PRI, al grado de que al final de su sexenio estableció una dinámica sorda de operación zombi, que jamás animó ni orgulleció a la militancia.

III.- La derrota del poderoso partido tricolor fue el resultado de la mala práctica del totalitarismo puro. La cerrazón y la insidia fueron los elementos que agrietaron más la unidad del partido. A la imposición del candidato presidencial y demás candidatos impopulares, se sumó la falta de un discurso que enviara un mensaje capaz de inspirar a la población.

IV.- El PRI intentó vender sus “logros” mediante la ineficiente idea de que representaba la mejor opción ante el “populismo” que se le atribuía al candidato de Morena, que a la postre resultó ser el ganador. La falta de argumentación, y de cercanía, y de atención a la militancia, hizo que dicha estrategia no motivara a los priístas de base, que desilusionados por el mal trato, producto del abandono, la marginación, la exclusión y en muchos casos, el desprecio, bajaran los brazos o de plano aceptaran la oferta de trabajar para las huestes Morenistas.

V.- La militancia jamás se identificó con la dirigencia encabezada por Enrique Ochoa Reza. Su imposición en el cargo de líder nacional fue el error más grave de Peña Nieto. Durante el primer tercio de su mandato, el PRI tuvo en César Camacho y en Ivonne Ortega, Presidente y Secretaría General del CEN, una fórmula que le generó positivos dividendos al partido. Ganaron todo lo que estuvo en juego.

VI.- Como Secretaria General del CEN del PRI, Ivonne Ortega tuvo la virtud de ganarse el aprecio de la militancia a todo lo largo y ancho del país. Supo agenciarse su respeto con esmero y cuidarlo de tal forma, que en el 2018 recabó más de un millón 400 mil firmas de militantes priístas que la respaldaron en la búsqueda de la candidatura a la Presidencia de la República.

VII.- Ante el recelo de la cúpula, la posibilidad de que el PRI postulara a una mujer como su candidata presidencial había despertado las esperanzas del partido. Sería la primera vez que el tricolor postulara a una mujer y que además tuviera el perfil ganador de Ivonne Ortega. Los puntos de vista de los diversos analistas políticos del país así lo hicieron notar.

VIII.- Fue tal el golpe de ánimo que Ivonne le infundió a la militancia priísta, que se llegó a escuchar con insistencia “si ella es la candidato el PRI gana la Presidencia de México”. El perfil de Ivonne Ortega era el idóneo para la reactivación de la voluntad de la militancia, tanto como lo es en la actualidad.

XI.- El PRI necesita de un nuevo liderazgo tanto en la forma como en el fondo. Que no se le vea de rodillas ante el fuerte Presidencialismo que ejerce Andrés Manuel López Obrador y que su vocación no sea el burocratismo o la aristocracia política sino el deseo de servir y atender de forma directa las necesidades de la gente.

X.- La ex Gobernador de Yucatán no solo tiene las credenciales para ser la nueva Líder del PRI Nacional, sino también el perfil idóneo para sacar al partido del marasmo en el que se encuentra. Romper con la inercia de la imposición es un gran acierto de Ivonne, la mujer del momento, la mujer que el PRI necesita para volver a sentir las ganas de vivir y de triunfar.

La neta del planeta.- El espíritu de Ivonne Ortega es de lucha permanente. Siempre ha ido contra corriente y siempre ha triunfado, porque tras su esfuerzo siempre queda el reconocimiento de su visión, de su mensaje, de su voluntad. Al permitir que la gente elija a su nueva dirigencia, el PRI se otorga la oportunidad de volver a vivir, aunque tenga que padecer por los tiempos del apremio. La consulta a la base va de la mano con el espíritu guerrero de Ivonne, que inspira a muchos guerreros de México a defender a su partido, al que le deben todo y por el que se deben con todo.