Al iniciar su gestión el alcalde Renán Barrera Concha sostuvo que Angélica Araujo había dejado a la administración en una situación crítica en infraestructura y en las finanzas públicas. Por ello, pidió al Congreso del Estado en el 2013 la autorización para adquirir un empréstito por la cantidad de 150 millones de pesos. La solicitud tenía el carácter de urgente para atender las necesidades apremiantes del municipio.
Hoy nos encontramos con la opacidad de cómo realmente se ha empleado ese crédito. Como muchos recordarán, el compromiso de Renán Barrera era la conformación de un comité consultivo para la evaluación y seguimiento de ese empréstito. Inclusive extendió a todos los diputados de la ciudad a intervenir en la definición de cómo se aplicaría el dinero, es decir, establecer cuáles eran las obras prioritarias. En los hechos, este fue uno de los primeros desprecios y engaños del alcalde a los diputados, ya nunca tuvieron la oportunidad para ser atendidos ni escuchadas las necesidades de obra pública. En lo que va la administración Renán Barrera ha incumplido al entregar el catálogo de obra pública. Un instrumento clave para la transparencia y rendición de cuentas en función del análisis de la obra pública que la ciudad requiere.
Pero la situación del crédito en la actualidad nos permite configurar el nulo interés de la administración de Renán Barrera por realmente decidir en función del beneficio del meridano. Lo que se justificaba en marzo de 2013 como urgente para la ciudad, el crédito autorizado de 150 millones de pesos se empezó a ejercer hasta el 2014. Específicamente hasta el marzo siguiente de pedir y recibir el dinero.
“Fue un año sin productividad, generando más gasto por el pago de los intereses que por obviedad el empréstito genera mensualmente” – confirma el regidor príista Enrique Alfaro Manzanilla – “…un dinero que se quedo asentado sin que realmente se aplique a las necesidades urgentes que decía en aquel entonces el alcalde Renán Barrera.”
Vale la pena recordar que una de las críticas que Renán Barrera hizo a la administración de Ivonne Ortega Pacheco era el supuesto alto endeudamiento en el gobierno del Estado. Lo que pocos saben es que de los 150 millones de pesos recibidos hasta el momento se han pagado sólo 1 millón de pesos de capital y alrededor de 7 millones en intereses, según nos confirma de manera exclusiva el regidor príista Enrique Alfaro. Por lo cual, a poco tiempo de abandonar la alcaldía para buscar la candidatura de diputación plurinominal, en la realidad Renán Barrera heredará a la próxima administración el pago de este crédito que se quedo asentado, que no se uso para subsanar las necesidades urgentes por las cuales se solicitó.
Inclusive se hace notar que uno de los compromisos de la administración era mantener reuniones bimestrales del comité de seguimiento que no se han cumplido. Por lo cual se desconoce lo que está sucediendo con ese recurso económico.
No pasemos por alto que la administración de Renán Barrera ha obtenido los mayores recursos económicos históricos gracias al juego político que surgió del Pacto por México. Fue un año dorado para la administración panista lo que le permitió contar con los recursos para la repavimentación de la calle 60, que a la fecha es evidente su mala calidad al presentar cuarteaduras.
Se concluye entonces una discrecionalidad en el manejo de los recursos públicos, desinformación en cuánto era las necesidades reales en la ciudad, la promesa no cumplida de generar obra pública con visión democrática, el pago de más intereses en un crédito que no trajo los beneficios directos a los ciudadanos, del cual aún no sabemos ni hemos visto las obras que se generaron desde esos recursos. Una ineficiencia administrativa que se construye a partir del engaño y manipulación de la información, falta de trasparencia y rendición de cuentas.
