Inicio Análisis político Alejandro López Munguía El futuro del PRI en Yucatán, tres escenarios tras la elección interna.

El futuro del PRI en Yucatán, tres escenarios tras la elección interna.

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El futuro inmediato del PRI en Yucatán.

I.- A casi tres semanas para la elección de la nueva dirigencia estatal en la entidad tres son los escenarios que se le presentan al partido, 1) que se genere un rompimiento de filas y desbandada; 2) que se consolida el partido y se legitime, o 3) que no pase nada.

II.- El escenario número 1 es peligroso para el Partido Revolucionario Institucional, y representa el mayor atractivo para las demás fuerzas electorales del estado. Una desbandada de priístas defraudados, decepcionados y molestos terminaría en una filiación masiva para otros partidos.

III.- El escenario 2 es el reto, el mayor reto sobre el cual se fundamenta la “resurrección” del tricolor. Si la elección termina sin impugnaciones, sin acusaciones y sin pleitos, el partido habrá vencido la primera etapa de la adversidad y tendrá la opción de contar con serias probabilidades de competir para ganar en el 2021, pensando en el 2024.

IV.- El escenario 3 es quizá el peor de todos los escenarios. Si con todo y este proceso la militancia no se motiva, entonces el muerto está a punto de dar sus últimos suspiros. Nada hay peor para un organismo que sus células estén débiles y sin aliento. La prueba será que de las más de 240 mil boletas que se mandaron a imprimir al menos el 50% se utilicen con votos efectivos, de lo contrario, el mensaje será aterrador.

V.- Durante el proceso interno las 4 fórmulas inscritas se han manifestado por la unidad del partido, sin embargo, entre ellas se han impugnado y en reuniones de operación política evidentemente se han dañado. Aunque esto es una manifestación normal en procesos electivos donde hay competencia, la verdad es que el tricolor está tan vulnerable de salud que hasta un “catarrito” lo siente como una pulmonía.

VI.- Un factor que incide en el ánimo de los priísas y seguramente mostrará sus efectos en los resultados finales, es la participación de personajes que por su pasado reciente, donde fungieron como activos poderosos son mensajeros de la derrota del pasado 1 de julio del 2018. La verdad es que debieron haberse mantenido fuera del proceso. A veces lo mejor es no mostrarse porque su presencia es negativa, tanto para el candidato al que representan como para el partido mismo. Están perfectamente bien identificados y la militancia siente repulsión y rechazo por ellos; así como por lo que representan.

VII.- Es correcto que a nadie se le impida seguir militando en el PRI. Pero lo “políticamente correcto” indica que debieron guardarse un tiempo. Máxime si son señalados por haber propiciado la derrota electoral del año pasado. Gracias a su desempeño, se perdió la gubernatura, múltiples alcaldías y muchos distritos. Reitero, debieron haberse sustraído de participar. Sin embargo están en todo su derecho de hacer valer sus derechos de militante. Así como ellos decidieron dar paso a sus ambiciones y deseos de continuar “vigentes”, deben asumir que sus detractores tienen el mismo derecho y las mismas ambiciones, ¡ah! pero son mayoría; antes los cobijaba el poder de palacio, ahora no los cobija nadie.

VIII.- Siendo sinceros, no se siente la emoción de la elección; ni en las redes sociales ni en la militancia se percibe que el PRI esté promoviendo la participación de sus cuadros. La promoción es raquítica, pareciera que no quisieran que la gente se entere de que habrá un proceso electivo.

IX.- Los candidatos están en lo suyo. En un análisis posterior haremos el respectivo sobre las posibilidades de cada uno y sus alcances, su historia y sus amarres. Por hoy, lo mejor es hablar del escenario y a partir de ello, tendremos la posibilidad de darle viabilidad a sus aspiraciones.

X.- Lo peor que le puede pasar al PRI es que se hunda en el abandono. De nada servirá una nueva directiva si no resulta electa con positivos resultados. Deberá haber limpieza, piso parejo, abundante participación, transparencia, honestidad y sobre todo, en especial eso: honradez. En una palabra, democracia.

La neta del planeta.- Lo que viene para el PRI es esfuerzo, paciencia, inteligencia, cohesión y poderoso mensaje social. Las condiciones no están para que de entre los que están, exista uno que brille por sí solo. Solo una y esa tiene posibilidades de ser la Presidenta Nacional del PRI. El resto de los priístas yucatecos están todos parejos.