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El orgullo argentino de mantener y construir la paz

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El interés por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional del teniente coronel del Ejército argentino Jorge Frías Barrera no es sobrevenido, sino que viene de lejos.

Si nos remontamos a su periodo de formación en la academia militar podemos averiguar que esa atracción ya formaba parte de sus objetivos iniciales.

Frías consiguió materializar ese sueño el año 1996 cuando logró formar parte del contingente argentino en una de las bases de patrulla de la Fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la paz en Chipre (UNFICYP).

“Siempre con el espíritu de ayudar en unos casos a mantener la paz, y en otros casos a construirla”, recalcó.

Una década más tarde, Frías volvió a trabajar durante un año en esta pequeña isla mediterránea como oficial de enlace y observador militar.

La misión de la ONU en Chipre es una de las más antiguas del organismo, opera desde el año 1964, y tiene el objetivo de evitar nuevos combates entre las comunidades grecochipriota y turcochipriota y lograr el restablecimiento de la estabilidad.

Tras su segunda experiencia en Chipre, el teniente coronel Frías regresó a la isla hace dos meses, pero esta vez en una condición diferente.

“Mi principal responsabilidad es asesorar y asistir al Jefe de Operaciones del Estado Mayor y la comandante de las Fuerzas en todos los aspectos relacionados con el área de operaciones e inteligencia, así como con el entrenamiento de la fuerza. También dependen de mí parte de las tropas de las fuerzas de unidad aérea, la unidad de reserva y la fuerza de protección de unidad”.

Tareas diarias

Argentina participa de la Fuerza para el Mantenimiento de la paz desde el año 1993 y el actual contingente en la isla es de 253 personas del que también forman parte personal de Paraguay, Brasil y Perú.

Frías nos explica que al inicio de su jornada laboral un oficial de servicio le informa sobre los incidentes ocurridos el día anterior en las áreas de responsabilidad de la Misión.

Una hora más tarde asiste a una presentación diaria donde el oficial de servicio expone a todos los integrantes de la misión los principales incidentes pasados y futuros. Acto seguido recibe los informes del cuerpo de policía, el componente civil y el oficial de información que exponen brevemente los principales asuntos de la Misión.

Chipre se encuentra dividida desde 1974 tras un breve golpe de estado de partidarios de la unión con Grecia que fue seguido por una invasión militar turca. Tras esos sucesos, el territorio quedó dividido en dos zonas.

Desde el cese al fuego de facto en agosto de 1974, la UNFICYP supervisa las líneas de alto el fuego, prestando asistencia humanitaria y mantiene una zona de separación entre las fuerzas turcas y turcochipriotas en el norte y las fuerzas grecochipriotas en el sur.

Esta zona de amortiguamiento se extiende a lo largo de aproximadamente 180 km a través de la isla y Frías nos comentó que Argentina ocupa uno de sus tres sectores, el oeste, que comprende un área de unos 90 kilómetros.

Gestión de crisis

Entre otras tareas, Frías también forma parte de diversos comités técnicos, como el de manejo de las crisis, donde desempeña la tarea de facilitador “y en la cual participan tanto el norte como el sur a los efectos de encontrar los mecanismos necesarios para que en caso de que ocurra algún tipo de evento de tipo natural o no natural podamos tener una respuesta integrada ante ellos”.

Pese a una aparente tranquilidad, Chipre no está exenta de crisis puntuales, tal y como le sucedió a Frías durante su primera en la isla el año 1996 mientras se encontraba patrullando.

“Me encontré con intrusos dentro de lo que se conoce como la zona de amortiguación y ante nuestro requerimiento y advertencia de que se encontraban dentro de la zona de separación de la ONU sin autorización, recibí no un disparo directo sino uno que directamente pasó cerca, gracias a Dios, sin ningún tipo de herida”.

Así los principales retos a los que se enfrenta la misión son la prevención de enfrentamientos recurrentes entre las fuerzas de oposición, mantener un ambiente estable y tratar de reducir  la presencia militar dentro de la zona de amortiguamiento, a la espera de que se encuentre una solución política duradera al problema de Chipre.

Frías indicó que formar parte una misión de mantenimiento de la paz supone un orgullo tanto para su familia como para sus amigos “por el desafío y por el sentido de poder ayudar en zonas de conflicto”.

Pese a la permanente satisfacción de formar parte de este tipo de misiones de las Naciones Unidas, indicó que le hubiera gustado formar parte de otras misiones en condición de observador militar, especialmente en Oriente Medio o en el Sahara, “donde actualmente tenemos una serie de observadores desplegados”.

El orgullo de participar en las misiones de paz

Pero el recuerdo que acompañará a al teniente coronel cuando regrese a su país será el de haber contribuido en el día a día ya que “uno acá tiene la posibilidad de trabajar en un ambiente multinacional. En un ambiente donde mujeres y hombres de distintas nacionalidades trabajan con un enfoque integrado para buscar las soluciones o facilitarlas, para que estas dos comunidades vuelvan a integrarse”.

Por último, Frías animó a todos sus compatriotas que puedan estar considerando servir en las fuerzas de paz de las Naciones Unidas.

“Que no lo duden. Que van a poder cumplir con todas las expectativas personales y profesionales. Que lo tomen como una gran oportunidad para desarrollarse, para conocer a otros profesionales, para conocer una misión que está llena de desafíos. Para conocer otras culturas, otro país, para ganar experiencia en idiomas. Que no lo duden, que tengan el valor de seguir adelante y que ser parte de Naciones Unidas como personal de mantenimiento de la paz es un gran orgullo personal y para el país”

Aparte de la de Chipre, las fuerzas armadas de Argentina participan actualmente en cuatro misiones misiones de paz de la ONU:

Desde el año 2017, forman parte de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia (UNVMC) y en la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA).

A partir de 1992, han estado presente en la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MNURSO) y, desde 1990, en el Organismo de Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (UNTSO) en Oriente Medio adscritos a las fuerzas de mantenimiento de la paz en la zona: la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación en el Golán (UNDOF) y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL).