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“El Porvenir Posible” de Carlos Castillo Peraza

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Hoy día, es una realidad que los partidos políticos han dejado a un lado Doctrina, Principios, Valores, Ideologías, en aras de un supuesto bien superior: La Democracia, ¡qué contradicción!. Podrán decir misa, que no es cierto, que a Chuchita la bolsearon pero la realidad la vemos cotidianamente: actos de corrupción, cinismo legislativo, vale madrismo, mediocridad, antivalores, incluso en clara afrenta a lo que siempre se sostuvo en estos entes, y para muestra un botón: en los Principios de Doctrina del Partido Acción Nacional (PAN), se establece de manera clara y contundente el Humanismo bioético, (Punto 11 de la Declaración de Principios del Partido Acción Nacional Aprobada en la XLC Convención Nacional de fecha 14 de Septiembre de 2002) y que promueve la defensa de la vida desde la concepción, hoy vemos a legisladores de este partido en una franca falta de compromiso con este Principio fundamental, incluso sus contemplaciones para aceptar lo contrario en ciertos casos, ¿qué no son panistas? ¿Qué no la sociedad los busca por la generosidad en su Doctrina? ¡Entonces!

Pues bien, aunque los principios y valores son universales, ha habido hombres y mujeres que les han dado forma y construido, con ellos, un verdadero legado de Doctrina e Ideología. Hoy recordamos  a uno de esos hombres: Don Carlos Castillo Peraza (Mérida, Yucatán, 1947–Bonn Alemania, 2000). Sirva este trozo de texto con sintaxis y semántica para hacerle un homenaje  y propiciar el estudio de su legado, a 17 años de su partida.  Carlos fue un hombre que aportó no solo a la Doctrina del PAN  sino que su herencia intelectual ya es patrimonio de todos los mexicanos. ¡Claro que se le extraña!, entre sus familiares,  entre sus discípulos, entre los que lo leemos, en el PAN y aún más en el debate nacional. Quienes tuvieron la fortuna de tratarlo y conocerlo personalmente cuentan anécdotas interesantes y cautivadoras de este ilustre personaje, sin embargo su legado parece, acaso estar guardado en el último cajón, del rincón del ejercicio intelectual de los políticos y más de los panistas, aunque se rasguen las vestiduras parafraseando al gran Carlos.

Nadie ama lo que no conoce y si no lo conoces ¿cómo ponerlo en práctica?, algunos se llenan la boca remedando el nombre de estos próceres o de sus ideas fuerza, por mi parte en mi ignorancia involuntaria prefiero la prudencia y el celo por el análisis de cada pieza del pensamiento de Don Carlos Castillo Peraza, de no ser así estaremos condenados a la incongruencia, que lejos de generar valor, se vuelve un cáncer en la ideología partidista y que al final termina por dar al traste en la lucha por el Bien Común.

Como ayer lo planteó Carlos, el PAN deberá considerar en el debate interno, la reflexión sobre la acción política y la gestión pública que parecen distanciarse de su Doctrina, cuando más este partido gobierna a mas mexicanos. De igual forma tiene vigencia su justificación “del mal menor”  ante su manifiesto de que en política no siempre se puede decidir entre el bien y el mal, sin contraponerlo a la definición de libertad, que resulta de escoger entre dos bienes el mejor. Estableció la tesis: participar en negociaciones y consensos no borra las diferencias ideológicas y programáticas de los actores políticos, y casualmente y a propósito de estos tiempos, supongo que ésta sirvió para fundamentar la figura del “Frente Ciudadano por México”; de igual forma sostuvo que la democracia no era solamente la higiene de la aritmética electoral, sino también un modo de vivir en el respeto, en el diálogo, en la política, a partir de un método para tomar decisiones. ¡Caramba, cómo se te extraña Carlos!

El legado más práctico de Carlos Castillo Peraza en el PAN lo constituyeron dos instituciones, una para el análisis y la reflexión como también para la generación de propuestas, así se originó la Fundación Rafael Preciado Hernández y la otra, un brazo práctico que diera asesoría a los nuevos servidores públicos, municipales, estatales federales, (ésta no sé si aún permanezca) y todo fue durante  su gestión como presidente del PAN que asumió en 1993, así ponía en práctica su visión de Nación a través de este instituto político.

Vale la pena también recordar que en 2007 su recién fallecida esposa, la Sra. Julieta López, acudió al Senado para recibir la medalla “Belisario Domínguez” de manos, en esa ocasión del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, de manera post mortem para el Prócer.

Tantas cosas que leer de Carlos que los invito, a que no sólo las leamos sino lo estudiemos, para  quien quiera enriquecerse intelectualmente y aportar en el desarrollo de la Política.

Les recomiendo leer la entrevista que le hiciera Carlos Castillo Peraza  a otro grande de México al Maestro Octavio Paz “Alguien me deletrea: conversación con Octavio Paz” y por supuesto habrá que leer “El Porvenir Posible” que es una recopilación de sus ensayos.

Gran responsabilidad tiene la fundación que hoy lleva su nombre, “Fundación Carlos Castillo Peraza” para proponer el análisis y la reflexión, no solo de las aportaciones de Carlos sino de quienes quieran contribuir acerca de los Valores y Principios Universales que procuren las mejores condiciones para hacer Política.

Finalmente de un texto de Enrique Krauze les dejo esta remembranza de Carlos acerca de su abuela: … Era una especie de biografía cifrada, con auténticas texturas proustianas, sobre su vida familiar en Mérida: “ser padre, en nuestros tiempos, es algo que se parece demasiado a una técnica o a una destreza que hay que adquirir -de maestros, locutores, páginas, conferencias, psicólogos, charlatanes, sacerdotes y otros medios-; es un modo de actuar. Ser abuelo o abuela es un modo de ser. De ser para siempre”.

De remate:

A 78 años de la fundación del Partido Acción Nacional, valdrá la pena recordar que no deja de ser sólo un medio para contribuir al Bien Común.