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El presidente meterá las manos en el proceso de 2009

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En el Consejo Nacional del PAN, celebrado en este fin de semana, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa aseguró que será un jefe de estado que actúe con imparcialidad y sin abusos, ante el reto que representa las próximos comicios del 2009, donde las últimas encuestas afirman un regreso del PRI como primera fuerza política en el poder legislativo.
La experiencia cercana nos ha afirmado que no hay mucho cambio en cuanto la influencia del presidente en las decisiones electorales de su partido. Vicente Fox Quesada lo intentó hacer al querer imponer a Santiago Creel Miranda a la candidatura a la presidencia. Sin embargo, salió mucho más inteligente Felipe Calderón que gracias a su operador político, Juan Camilo Mouriño, le arrebató la candidatura y se quedó, no solo con la candidatura, sino a la postre, con la presidencia.
La muerte de Camilo Mouriño le quitó un gran diente al presidente, pero solo lo dejo chimuelo.
La elección de Fernando Gómez Mont, un político que goza con prestigio ante las demás fuerzas políticas, fue solo para cubrir una vacante, con una persona de confianza, leal y muy doctrinario a favor del PAN.
Pero la clave del calderonismo hoy está depositada en la figura de César Nava, que tenía una función de ser el secretario particular de la presidencia, ya sustituido por otro panista de alcurnia Luis Felipe Bravo Mena, para ocupar el cargo de coordinador de la Comisión de Planeación Estratégica del PAN rumbo a las elecciones 2009.
Si alguien considera que este movimiento no es una jugada presidencial para influir en el proceso electoral, demuestra una falta de inteligencia. Es muy claro que Felipe Calderón piensa meter la carne al asador a favor de los blanquiazules para no perder las posiciones alcanzadas.
Con el aval de la mayoría de los consejeros panistas Manuel Espino quedó rectificado como el presidente del partido, con la plena confianza en el liderazgo hacia los comicios del 2009. Por enésima vez se insistió en la unidad del partido y en la incongruencia de anteponer los intereses de la nación y del partido sobre los particulares, porque simplemente el PAN se prepara, desde la presidencia a dar el combate, con recursos, para las elecciones del 2009.
Pero ya a poca gente engaña.