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El secuestro: una reflexión que puede salvar vidas

La palabra secuestro, se origina del vocablo latín sequestrare, que significa retener indebidamente, o encerrar de una manera ilegal a una persona, con la finalidad de exigir dinero por su rescate. También se aplica éste concepto cuando se toma por las armas cualquier tipo de vehículo, con violencia en contra de la tripulación y los pasajeros, exigiendo una suma de dinero por el rescate, o bien, la concesión de ciertas reivindicaciones políticas. Desde que apareció como un fenómeno criminológico y jurídico, de alto impacto negativo en los ámbitos social y psicológico, al secuestro se le dio múltiples nombres, tales como: detención arbitraria, plagio, privación ilegal de la libertad, detención de la libertad, cárcel privada, robo extorsivo, robo de personas, entre otros. Existe una imprecisión conceptual entre los delitos de plagio y secuestro, encontrándose, por ejemplo, en el artículo 22 constitucional, la palabra plagiario, en vez de la de secuestrador. El plagio, alude de acuerdo con autores como Carranco y Trujillo, al apoderamiento arbitrario de una persona para obtener rescate a cambio de su libertad. En cambio, el secuestro, se refiere específicamente a los ladrones que se apoderan de una persona acomodada y exigen dinero por su rescate. Al respecto, la Real Academia de la Lengua Española, expresa que el plagio se relaciona con los derechos de autor cuando se usa como sustantivo, es decir, plagiario, quien fusila, imita o reproduce alguna cosa. Mientras que el secuestro, cuenta con mayor rigor técnico legal, siendo el apoderamiento y sumisión corporal, moral y desvalorizante de un ser humano.

¿Qué buscan los secuestradores, de acuerdo con diversos estudios en materia? A continuación, les presento una de las listas que diversos autores que investigué, expresan que por lo general utiliza la delincuencia organizada a manera de lista de cotejo, pues están más organizados que lo que un ciudadano o ciudadana, simple mortal, pudiera pensar. Así que debemos tomar las medidas pertinentes, y estar pendientes de nosotros mismos, y nuestras familias, así como denunciar de inmediato, no cediendo ante amenaza alguna, y haciendo pública toda acción sospechosa, pues en la difusión hay poder. Esta es la lista, que una vez seleccionada la víctima y con el objeto de preparar el plan, los delincuentes van llenando conforme a la información que recolectan, así que ¡mucho ojo! Y a denunciar de inmediato:

1.- Ubicación de la residencia

2.- Horario de salida de la residencia

3.- Ruta de desplazamiento entre la residencia y el lugar de trabajo

4.- Lugar de trabajo

5.- Horario de ingreso al sitio de trabajo

6.- Lugar de estacionamiento del vehículo

7.- Trayecto recorrido a pie

8.- Lugares que acostumbra visitar dentro de su horario de trabajo

9.- Personas que normalmente lo acompañan

10.- Hora de regreso a la residencia y rutas

11.- Lugares de diversión que frecuenta, días y horas

12.- Actividades que acostumbre los fines de semana

13.- Propiedades que posee y capital representado

14.- Facilidad en la obtención de dinero líquido, ya sea con venta de propiedades, créditos bancarios o préstamos de terceros

¿Estás dando demasiada información en tus redes sociales? Si no eres económicamente muy solvente, quizá no importe mucho, pero nunca está de más el cuidar lo que se publica, y reitero: denuncia de inmediato.

Al respecto, te comparto a continuación, unos pasajes bíblicos, de valor inconmensurable, para que pese a las acechanzas y amenazas que puedas estar viviendo, o viviste en el pasado, puedas caminar en paz, confiando en que, si amas a Dios, y tienes a Jesús en tu corazón, serás protegido de cualquier calamidad, y aún si pasaras por ella, tienes la esperanza de vida eterna, así que, en realidad lo tienes todo. También para que, si estás delinquiendo, lo pienses dos veces y dejes de hacerlo de inmediato, pues Dios es amor, pero al mismo tiempo es justicia, y de su mirada, nadie se esconde. Esta, es sabiduría a otro nivel, no apta para mentes simples de fe débil. Todo en esta vida se regresa, y quien hace el “mal” en su propia familia se le pasará la factura, tarde o temprano.

Es mejor elegir hacer el bien, pero ello proviene de un corazón en verdad sincero y transformado. De hecho, y de manera paradójica, quien más camina en integridad y obediencia, es a quien más Dios bendice en todos los planos de su existir, luego entonces es de inteligentes, el dejar a un lado todo delito, arrepentirse si alguna vez tú que me lees has estado dedicado a ello, y Dios te dará otra oportunidad de hacer las cosas diferentes. Y si fuiste víctima de un secuestro, vivencia horrible según muchos sobrevivientes y familiares, espero que estos versículos te den paz, y salgas adelante, enfrentando esos miedos, al recordar que David venció a Goliat, con fe. Solo o sola no puedes salir adelante, pero con Dios sí se puede, y lo harás, yo así lo creo, créelo también.
Atte. Psic. Deya Álvarez Villajuana, para servirte y a tu familia también.
www.deyav.com

Versículos para meditar para sanidad del alma y espíritu:
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Isaías 41:10 

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
Salmos 56:3

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
Josué 1:9 

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7 

Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré.”
Isaías 41:13

El Señor está conmigo, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal?
Salmos 118:6 

Sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.
1 Juan 4:18

Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.
Salmos 23:4 

Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
1 Pedro 5:7 

Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado.
Proverbios 29:25 

El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme?
Salmos 27:1

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7 

Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
Salmos 34:4
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
Deuteronomio 31:6

No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.
Juan 14:1

El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
Deuteronomio 31:8 

Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: «¡Abba! ¡Padre!»
Romanos 8:15

¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
Mateo 10:29-31

Así que podemos decir con toda confianza: «El Señor es quien me ayuda; no temeré.
¿Qué me puede hacer un simple mortal?»
Hebreos 13:6

Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló en seguida con ellos y les dijo: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo.»
Marcos 6:49-50 

¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar.»
1 Pedro 3:14 

Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmos 56:4 

No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.
Lucas 12:32

Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.
Salmos 103:13