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Elba Esther inocente, libre y feliz

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Por: Aaron Rito Betancourt

En contraste la noticia nacional es la absolución, el disculpe usted de Elba Esther Gordillo, y que sin duda refleja el estilo de justicia en un país donde hay dos pesas y dos medidas,

Los medios nacionales dan cuenta que la ultra poderosa líder magisterial, cómodamente ya descansa libre y tranquila en su lujoso departamento en la colonia Polanco de la Ciudad de México, esto, al salir libre de toda culpa de los delitos de lavado de dinero y de participar en la delincuencia organizada. Como ser recordará Elba Esther estuvo detenida poco más de 5 años en supuesta prisión., pero tu público que este tiempo la paso cómodamente en una torre médica, aledaña al penal donde debiera haber estado.

En triste comparación, grupos indígenas de izquierda que votaron por AMLO; se encuentran confundidos e indignados, por que mientras a Elba Esther Gordillo Morales se le perdona, en contraste, a la humilde indígena nahua Dominga González, de 61 años, se encuentra encerrada literalmente, en una celda común del penal de Santiaguito, en el Estado de México, ahí está indígena mexicana, lleva más 11 años presa en cumplimiento de una sentencia de tinte racista y clasista, donde un poderoso juez la castigó por el delito de defender esta indígena, el agua de su comunidad, a pesar del apoyo moral y social de más de 255 defensores de derechos humanos, no han podido lograr la libertad de Dominga Gonzalez. Los familiares y amigos de Dominga Gonzalez acusan a las autoridades de que no quieren que la defensora indígena salga pronto, y que cuando han ido a tratar de seguir su lucha jurídica, las autoridades judiciales le i digan que a esta indígena mexicana aún le faltan 39 años más privada de su libertad, para completar su condena.

Ante esta incongruencia, la sociedad mexicana se pregunta, por un lado la multimillonaria Maestra Elba Esther hoy aliada de AMLO, si. Pudo contará y tener una costosa defensa jurídica particular, que curiosamente se le permitió romper los argumentos acusatorio de la Procuraduría General de la República que acusaba a Elba Esther, y mientras tanto Dominga González ante la falta de recursos y amigos en el poder público, no tuvo ni pudo acceder a una adecuada defensa particular que la salvara de la injusta acusación en su contra, al ser eso una supuesta evidencia donde un testigo acusó a la indígena Dominga Gonzalez de ser la autora material del homicidio de un empresario de su comunidad y donde este testigo refiere que vio que la culpable fue una señora morena y chaparrita, que él alcanzó a ver.

Para entender esta historia habría que explicarla, en ese s ético habría que señalar, que en el Estado de México, se observa el río Texcaltengo que nace en Tlanixco, está es una comunidad a unos 30 minutos de Toluca, siendo que por años, los habitantes de Tlanixco disfrutaron de sus aguas, pero en 2001 la Comisión Nacional del Agua les quitó la concesión del uso del río para otorgarlo al municipio vecino, Villa Guerrero. ¿La razón? En Villa Guerrero hay una poderosa asociación de floricultores. De ese modo, los indígenas nahuas ya no pudieron usar legalmente el agua del río de su comunidad.

Siendo que el día 01 de abril de 2003, los floricultores entraron a Tlanixco, Estado de México, acusando a los locales de ensuciar el río. Razón por la reavivó la furia de los indígenas y las campanas de la iglesia repicaron. Los grupos en conflicto se enfrascaron en una fuerte discusión misma que pasó de las palabras a los golpes y en una situación confusa, el empresario floricultor Alejandro Isaak Basso cayó por un barranco y falleció.

Empero, al abrirse las investigaciones judiciales para hallar a los culpables, de manera indefendible, estás se enfocaron sobre los líderes y defensores indígenas de Tlanixco, quienes por años habían dado una batalla social y legal por recuperar el agua de su pueblo. Es así, como el día 09 de julio del año 2007, por la madrugada y estando dormida en su casa, 30 patrullas ministeriales y 150 policías irrumpen violentamente violando todos los protocolos y pisoteando los echas humanos, haciendo efectiva la detención de la defensora indígena Dominga González, quien  resaltar es madre de familia y una de los voces más respetadas en la lucha  por recuperar el uso del río de su comunidad.

En las declaraciones que obra en el expediente, en e este, se lee que los policías y demás acompañantes amenazaron tajantemente a Diminga y le dijeron, “Te vamos a violar, si no nos dicen donde están tus compañeros”, amenazaban a la mujer activista, según declaraciones. Dos días después de su detención, de manera muy rápida se le dictó auto de formal prisión en su contra, junto a cinco líderes comunitarios.

Hoy inicia y resalta la inconformidad social ante la libertad de Elba Esther Gordillo Morales, por el contraste del caso de la defensora indígena Dominga Gonzalez, quien durante más once año clama justicia, an solo para sentenciarla se tardó la justicia 10 años en encontrarla culpable y, finalmente, en 2017 recibió una sentencia de 50 años en prisión. Y de esto ningún comentario de AMLO ni de la flamante Ministra Olga Sánchez Cordero futura secretaria gobernación de López Obrador, y compañera del poder judicial de quienes han liberado a Elba Esther.

Por eso es de retomarse la injusta postura del Juez Primero Penal de Primera Instancia de Toluca, con residencia en Almoloya de Juárez, quien determinó una pena máxima en contra de Dominga Gonzalez, solo a partir de los endebles argumentos jurídicos alegados por la defensa particular que la familia del empresario pagó, en contra de la defensora de derechos humanos de su pueblo la indígena Dominga Ginzake, e incluso se jactó el juzgador al no considerarla indígena y por no valorar su densa indígena en favor de  los usos y costumbres de su pueblo.

La misma Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos Para Todos (TDT), sostiene que el caso de Diminga Gonzalez está repleto de inconsistencias y contradicciones jurídicas y que no existen las pruebas ni elementos consistentes para mantenerla presa. Su injusta reclusión, dicen más de 250 reconocidos activistas de derechos humanos en México, es una total injusticia simple y llana.

Al conocerse la noticia de Elba Esther, hace recordar las palabras y el clamor que hiciera hace un tiempo Dominga Gonzalez quien dijo: “Que me ayuden a salir de aquí. Es una injusticia lo que nos están haciendo. Yo defendía el agua de mi pueblo. Sin agua no hay vida”.

Hoy es un día feliz para Elba Esther Gordillo Morales y para muchos políticos felices de haber ganado una elección. Elba Esther libre e inocente dormirá en su lujosa vivienda.

Pero para Dominga Gonzalez, es un día más de tristeza, ella pasará otra noche en la cárcel,  como una presa de origen humilde, que añora dormir con los suyos en su humilde vivienda, libre como el agua del río que defendió y defiende aun a costa de su integridad física y de su vida.