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En la Visión de Caronte: el “desastre” anunciado

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LA VISIÓN DE CARONTE
El “desastre” anunciado…

miguel hernandez vision de caronte 1 junio 2015Por Miguel II Hernández Madero

Las elecciones pasaron y no hubo el desastre anunciado, ni se anuló el proceso, mucho menos el país ardió en llamas; por el contrario los ciudadanos salieron a votar, muchos con la peculiar chispa que tenemos los mexicanos para externar nuestro desagrado, pero como sea, se optó por ejercer el derecho cívico y buscar el cambio por la vía pacífica.

 

 
Sin lugar a dudas el tiempo es un gran maestro y tan imparcial, que coloca las cosas donde deben ir, sin embargo es relativo. Mientras para un hombre en edad madura un año representa una marca en el calendario, para un niño es hablar de una gran parte de su universo.

 

 
Lo mismo se puede decir de las empresas del Hombre. Hablando de trienios o sexenios, en ese lapso pueden pasar muchas cosas. Caen empresas, otras se levantan, algunas navegan entre la medianoche y la madrugada, sin ver nunca el amanecer y otras avanzan, tal vez lentamente, pero van ganando espacios.
¿Por qué hablar del tiempo ahora?, bueno, es sencillo. Acaban de pasar las elecciones y se dieron sorpresas para todos: las elecciones no se anularon pese a la violencia previa; el PRI no tuvo una estrepitosa derrota generalizada, pero sí perdió espacios importantes; el PRD perdió sus bastiones de Michoacán, Oaxaca y Guerrero; hubo victorias de candidatos independientes; Morena avanzó y otros partidos se desdibujaron, entre ellos el PAN, que perdió presencia y sigue a la baja.

 

 
¿A qué se debe esto?. La clave está en el ciudadano común, ese que ha nutrido todos los movimientos sociales en México y al cual generalmente se ignora, para que cuando actúa cimbra a las estructuras del poder.

 

 
Lo ocurrido en estas elecciones fue simplemente un manotazo de advertencia, realizado por el pueblo en unas elecciones intermedias, que servirán de termómetro para leer la temperatura del país, encaminándose al proceso de 2018, cuando se estrene la figura de la reelección de Legisladores y Munícipes, lo cual introducirá un mayor grado de dificultad en el juego político interno de los partidos, que aún no terminan de lidiar con el factor de equidad de género, que a muchos y muchas incomoda.

 

 
La transformación del país ya no es cosa de tiempo…, no lo hay, los ciudadanos se están cansando de esperar y entre otras cosas se puede leer algo: en algunas partes ya no están dispuestos a esperar y optaron por otras opciones políticas, diferentes a las ya conocidas.

 

 
En Yucatán esto se tradujo para el PRI en la pérdida de municipios tan emblemáticos como Valladolid o Progreso y se falló en la empresa de recuperar Mérida, aunque su consuelo es haber “recuperado” Tinum, que en sí no es un barómetro confiable.

 

 
En estas elecciones el pueblo demostró qué quería y curiosamente, en esta ocasión ningún partido pudo sostener protestas, el proceso no dejó cabida a impugnaciones, simplemente se dieron quejas por cosas administrativas, que luego fueron verificadas sin argumentación en contra de los grupos opositores.
Hasta la próxima…