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Es la hora de los jóvenes

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Es la hora de los jóvenes

La iniciativa privada representa una fuerza impulsora para la economía mexicana. La gran mayoría de los empleos se obtienen a través de corporaciones que contratan personal para llevar a cabo sus actividades de producción, comercio o prestación de servicios.

Por lo general, al referirnos al empresariado nos vienen a la mente las grandes compañías que son reconocidas a lo largo del territorio nacional. No obstante, las pequeñas y medianas empresas son miles, por lo que no debe pasarse por alto el extraordinario impacto que estas tienen, además de su potencial de crecimiento.

Los corporativos se ocupan de generar utilidades para ser sostenibles y ser redituables a lo largo del tiempo. Los socios o dueños invierten capital con el propósito de obtener ganancias a futuro. Así, se trata de un negocio en el cual el trabajo se traduce en dinero.

Por tanto, muchos empresarios son demasiado pragmáticos y en consecuencia se olvidan en ocasiones del capital humano, priorizando las utilidades. Cada vez hay una mejor conciencia con respecto a este tema, pero los atropellos se siguen suscitando, aunque cada vez en menor medida.

Sin embargo, continúa habiendo una falta de interés por dar oportunidades a jóvenes. Esto es preocupante ya que uno de cada cuatro mexicanos conforma la población juvenil. Es cierto que la competencia entre profesionistas es exigente en la actualidad, pero hay muchos casos de individuos menores de treinta años, pero con un grado significativo de formación académica, así como aptitudes que pueden ser útiles a la empresa.

Del mismo modo, apostar por un joven trabajador puede ser una valiosa inversión. Las nuevas generaciones tienen un excelente manejo de la tecnología y habilidades comunicativas que deben ser tomadas en cuenta. Es absurdo negarle una oportunidad a un prospecto de corta edad, por carecer de vasta experiencia. Es urgente que se incorporen al mundo laboral personas con formas distintas de pensar para que aporten su creatividad y espíritu innovador.

Las empresas no deben perpetuar viejos esquemas que ya son obsoletos, puesto que el paradigma actual es de constante cambio. La fuerza trabajadora juvenil será la clave para el éxito de las corporaciones que aspiren a más. Ha llegado el momento, es la hora de los jóvenes.