En el informe Situación Inmobiliaria México que se publicó en el segundo semestre del año 2020, se informó que la construcción de viviendas está atravesando una gran depresión, y que está se podría prolongar por más de veinte años. Debido a la emergencia sanitaria que estamos viviendo, y que no sabemos hasta cuándo estará con nosotros, se tienen bajas expectativas de recuperación de este mercado. ¿Quiere decir esto que es una mala opción para invertir? Al contrario, se requieren de nuevos inversionistas que reactiven este mercado y lo pongan a valer de nuevo.
Crisis sanitaria y el mercado inmobiliario
El sector de la construcción ya lleva varios años mostrando resultados negativos, lo que quiere decir que menos personas están optando por invertir en este mercado. Luego de la pandemia, este hecho se hizo más evidente pues la crisis sanitaria nos afectó a tal grado que no teníamos suficiente capital para invertir.
Una de las consecuencias evidentes es la baja en las inversiones. En general, el sector público es el que tiene mayor participación en la construcción de obras civiles, y este valor cayó en más del 37% en el año 2020, superando las pérdidas que tuvieron los sectores de las comunicaciones y el transporte.
De acuerdo a un estudio realizado en el segundo trimestre del año pasado, la construcción bajo su valor bruto en un 30%. Lo cierto es que la diferencia con años anteriores no es muy distante a pesar de que estábamos pasando por una crisis sanitaria. Entonces, podemos decir que aun cuando estamos en crisis económica mundial, sigue siendo un buen sector para invertir.
Una buena opción donde invertir en pandemia
Invertir en el sector de bienes raíces es una de las mejores opciones para ganar dinero. Aunque no se obtengan ganancias, tampoco será una pérdida, sobre todo si sabemos dónde y con quien comprar terrenos en México.
Ahora que los terrenos comerciales en Querétaro y otros estados de la zona del bajío mexicano están bajando sus precios, parece que se convirtió en una buena opción para invertir. No solo están más baratos, sino que te ofrecen gran rentabilidad a futuro. Con un terreno, tú dispones de lo que se va a construir allí. Por supuesto, un edificio comercial es la mejor solución.
Comprando un terreno comercial no solo aumentas las posibilidades de obtener propuestas de empresarios que desean invertir en la zona, sino también abres oportunidades de empleo, que tanto se necesitan en este momento. Por supuesto, se trata de una inversión con beneficios a largo plazo, pero con una alta rentabilidad y solidez en el mercado.
Perspectivas para el mercado inmobiliario
El 2020 ya lo hemos catalogado como una era de cambios, hay un antes y un después totalmente diferente, tanto para el sector sanitario como para la economía mundial. Aun teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido, tenemos grandes oportunidades de comercializar que nos ofrecen beneficios a corto y largo plazo.
De acuerdo con el Banco de México, la economía del país se puede llegar a contraer hasta en un 12,8%. Sin embargo, la SHCP apuesta más bien a una recuperación de hasta 4.6%. ¿Por qué se llega a esta conclusión? Porque tenemos excelentes alternativas de inversión sólidas que nos proponen un equilibrio e las finanzas, de manera que se pueda mitigar el impacto del coronavirus en México.
Lo más importante ahora es que se remarque la inversión inmobiliaria. La compra de un bien raíz ofrece gran rentabilidad, es decir, retorno de inversión y seguridad para tu capital. Aunque no es un producto de primera necesidad, tiene grandes beneficios que no podemos desaprovechar como el mantenimiento de tasas de interés y plazos de financiamiento de parte de entidades financiera con buen poder adquisitivo.
El mercado inmobiliario no se va a detener, y esta de nuestra parte ayudar al impulso del mercado. Con la obtención de un crédito con buenas condiciones de pago, se acelera la comercialización inmobiliaria, y tú puedes ser parte de este proceso.
Bien sea a corto, mediano o largo plazo, la compra de un terreno o una vivienda es una inversión que te generará ganancias, pocas posibilidades de pérdidas y un gran incentivo para la economía del país, sobre todo cuando se trata de bienes destinados al comercio.
