La expresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y dos de sus hijos ha sido acusada formalmente por Lavado de Dinero y por estar vinculada a una asociación que realizó operaciones ilícitas recibiendo sobornos.
Cristina Fernández está acusada también de dos delitos graves, uno por haber ordenado hacer movimientos que pusieron en riesgo la estabilidad financiera del país, dentro del mercado cambiario; así como de haber usado su influencia para beneficiarse con obra pública.
La exmandataria argentina vive momentos de angustia pues desde que dejó la presidencia a finales del año 2015, la justicia la ha perseguido con fuerza. En su defensa, ella argumenta que es sujeta a una persecusión política.
Los delitos que se le imputan son graves, por los que pudiera ser condenada a pasar varios años en la prisión federal.
En México, la justicia no alcanza a los expresidentes de la república, que al terminar su mandato, poseen fortunas inexplicables. En México no hay esa clase de justicia, es más, hasta se les paga una pensión vitalicia y se les otorga inmunidad política y judicial.
