Ayer domingo 18 de junio se celebró en nuestro país el día del Padre.
Muy diferente al día de la madre la celebración, ya que a las mamas siempre se les celebra y festeja de una manera mucho más emotiva, sentida y amorosa.
Hemos de reconocer que con la mercadotecnia que se desarrolla en todos los medios de comunicación y redes sociales, desde prácticamente un mes antes, muchos de los que no acostumbraban festejar con más dedicación y esmero a sus papas y abuelos, hoy en día, ya hay mucha más gente, hijos agradecidos, con buena memoria, buenos sentimientos y madurez suficiente, que se programan, organizan y coordinan para festejar a sus papas.
Hay quienes se les olvida, otros que les importa poco y algunos más que tal vez les pesa o de plano son muy malagradecidos y dejan pasar estas celebraciones negándole a sus papas y negándose a ellos mismos el tener una atención, felicitación o detalle de agradecimiento para con sus papas.
Para esas personas una invitación para que reflexionen y piensen que la vida es muy corta y a veces nos da lecciones muy fuertes y no vaya a ser que cuando les caiga el veinte ya sea demasiado tarde y el cargo de conciencia no les permita vivir tranquilos el resto de sus vidas.
A aquellos que le demuestran con atención, preocupación y con hechos, propios de hijos y personas bien nacidas y agradecidas a sus papas lo que sienten por él, como una muestra de reconocimiento y agradecimiento por todo lo que por su padre han recibido, a todos esos hijos mi sincera felicitación.
Con la esperanza que todos los papas de Yucatan hayan pasado un muy feliz día del padre y que hayan podido convivir en paz, agradablemente y en armonía, me despido deseándoles a todos los papas todo el éxito, salud y armonía en sus vidas.
Hasta la próxima semana