La Ciudad entera conoció del caso gracias a la protesta de los vecinos de la Colonia México que se oponen seriamente al funcionamiento de la gasolinera, propiedad de la empresa Megasur, que a su vez obtuvo del Ayuntamiento la licencia de uso de suelo por orden judicial, así como la de construcción por voluntad de la comuna. El apoderado de la empresa Alejandro Vázquez Fabela afirma que cuentan con toda la documentación oficial en regla. Ahora el alcalde trata de quedar bien y ordenó en días pasados la clausura de la misma sin tener éxito. Aseguran los vecinos que todo es un montaje para que “el alcalde lave su cara”.
El caso de la gasolinera de la Colonia México, ya le estalló al alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha, representándole un gran desgaste político y una condena social pues nadie le cree que esto no es una farsa. Sin duda, volvió a fallar debido a la carencia de oficio político. Quedó mal con los empresarios, mal con los vecinos y mal con los trabajadores del gremio gasolinero. Lo asombroso del caso es que el alcalde ha demostrado ser autoritario, provocador y traicionero con la ciudadanía.
Y es que, acostumbrado a jugar como péndulo, un día para acá otro para allá, el alcalde ya no encuentra la salida “gloriosa” a este gran enredo. El meollo está en el descontento de los vecinos de una de las Colonias del Norte más emblemáticas de la Ciudad de Mérida.
La historia registra que la empresa Megasur, solicitó al ayuntamiento de Mérida el permiso de uso de suelo para construir una gasolinera sobre la Avenida José Díaz Bolio con 14 de la Colonia México, el permiso al parecer le fue negado en primera instancia. Sin embargo el constructor se inconformó ante el Tribunal de Justicia Electoral y de Administración y obtuvo un amparo, por lo que el ayuntamiento en cumplimiento de esa orden judicial le otorgó la licencia de uso de suelo. Pero, y es aquí donde está el punto, el ayuntamiento no fue obligado por dicho Tribunal a conceder la licencia de construcción, atribución que ejerció sin más orden que la suya.
Al respecto el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha dijo en entrevista al periódico Diario de Yucatán, “es cierto que el tribunal no ordeno que se dé el permiso de construcción, pero si ordenó que se les otorgue el permiso de uso del suelo, y al concedérselos, ya no se les puede negar el permiso de construcción”. Ésta declaración no deja dudas al respecto. El alcalde acepta que la gasolinera está en regla y puede funcionar porque el mismo ayuntamiento le dio los permisos. Luego entonces ¿por qué la intentó clausurar?.
La respuesta es simple, quiere quedar bien con los vecinos que son muchos y que ya amenazaron con continuar la lucha jurídica contra el ayuntamiento. Con respecto al tema, el mismo Diario de Yucatán publicó el 23 de mayo que “el presidente de dicho tribunal, Diego Barbosa (declaró) que le ordenaron al Ayuntamiento dar la autorización de uso del suelo, pero no el de construcción, y que éste se le pudo negar”.
Renán Barrera creyó que podría quedar bien con los empresarios y cuando los ciudadanos protestaron, dio la espalda a los primeros y trató de contentarse con los segundos.
Renán Barrera dejó mal a unos y a otros. Y ahora está entrampado. Por cierto, al llevar a la policía municipal fuera de su jurisdicción violó ordenamientos de seguridad y usó el aparato policial de la Comuna como elemento represor.
El alcalde buscaba provocar un enfrentamiento de sangre, pues siempre estuvo consciente de que la empresa evitaría la clausura.
A ver como termina el asunto, pero de entrada ya el alcalde le falló nuevamente a la ciudadanía. Por lo pronto ésta se expresa abiertamente en las redes sociales:
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