PAN 2018: Gómez Morín por la recuperación de la autoridad moral, Marko Cortés por la unidad.
I.- Resultó muy interesante el debate que al interior del PAN se está llevando a cabo entre los candidatos a dirigir el CEN del PAN los próximos tres años. Intenso por demás, pues se encaran dos proyectos antagónicos y opuestos en todo.
II.- En una recopilación del debate, se distingue con claridad la postura de Gómez Morín, nieto del célebre fundador de Acción Nacional, que como método para lograr recuperar la confianza ciudadana, el recobrar la autoridad moral perdida. Así lo manifestó con aplomo durante el intercambio de ideas.
III.- Por su parte, Marko Cortés la tuvo más difícil, porque es evidente que le apuesta a la continuidad de un proyecto que salió muy lastimado en el pasado proceso electoral del 1 de julio. Quedó claro que el apoyar la alianza con el PRD y con Movimiento Ciudadano es una carga difícil de esquivar. La derrota de Anaya lastimó todo.
IV. El propio Marko reconoció que gracias a esa alianza con el PRD y con MC, perdió la candidatura al Senado por Michoacán a la que aspiraba. Fueron duras las críticas que tuvo que soportar de Gómez Morín que con el peso del apellido fue creciendo durante el debate. Marko nunca pudo quitarse la acusación de Morín sobre el estar ligado a las cúpulas y a los “moches”.
V.- Es evidente que los argumentos de Gómez Morín son más escandalosos que los de Marko. De hecho, las acusaciones de Gómez Morín tuvieron una carga pesada de veneno, bien colocadas y logró permanentemente vulnerar la defensa de Marko, que poco, y a veces nada pudo hacer para enrutar el debate con un sentido “propositivo” y de “altura”.
VI.- Mientras Marko intentaba mostrar un rostro dedicado y bien intencionado, Gómez Morín le acusó de haberse aliado a Gobernadores y Comités Estatales que operan para favorecerlo obedeciendo a intereses que nada tienen que ver con la militancia. Cuando Marko intentó desligarse de Anaya y marcar una diferencia, Gómez Morín tuvo la habilidad para recordarle a los panistas de a pie, que fue Marko uno de los pilares de la gran derrota, al apoyar incondicionalmente la actuación de Anaya al ser juez y parte del proceso, de negociar las candidaturas por imposición, de marginar a la militancia de las decisiones y de entregar al PRD y al MC importantes candidaturas.
VII.- La elocuencia de Marko Cortés marcó al principio del debate una ligera ventaja sobre Gómez Morín, quien se mostraba nervioso. Marko comenzó su participación afirmando sentirse orgulloso de su trayectoria y de su militancia. Incluso trató de marcar diferencias con el desempeño de Morín cuando fue legislador federal. Fue aquí donde Manuel empezó a levantar.
VIII.- Gómez Morín sacó todo el arsenal al sugerir actos de corrupción por “bajar recursos” a los estados y municipios. Directamente lo ligó a los “moches” y señaló sembrando la duda entre los televidentes por internet, la forma sospechosa con la que se hizo de una propiedad para producir aguacates. Llegó el punto en el que Marko le pidió a su contendiente que dejara de “ensuciar el proceso”, de hecho calificó la andanada de Gómez Morín como un pobre espectáculo. De hecho, ofreció disculpas a la militancia por lo que consideró un desatino de Gómez Morín.
IX.- La verdad es que el nieto del fundador del PAN, tuvo un desempeño de menos a más. Marko quiso ligarlo a la figura de López Obrador al preguntarle si “reconocería su derrota y no se iría a tomar fotografías con AMLO”. De igual manera, le recriminó que hubiera impugnado el triunfo del PAN en una elección delegacional pasada. Como respuesta, Gómez Morín le dijo que siempre había actuado de forma transparente, cosa que él no podía presumir y lo acusó de ser parte de esa generación acostumbrada a las prebendas, a las negociaciones cupulares, lo acusó de avalar a Anaya y de apoyarlo para casi destruir al PAN, de quien dijo, “está muriendo”.
X.- En un intento por desligarse de la continuidad, Marko Cortés dijo que impulsaría un nuevo código de ética, cosa que aprovechó Gómez Morín para darle un golpe muy fuerte, pues dijo que él pertenece a la generación que no necesita de inventarse códigos de ética, pues tienen muy en claro lo que es bueno y lo que es malo para el Partido y para la militancia. Acusó seriamente a Marko de haber marginado a los jóvenes, de haberlos reducido a 11 mil en todo el país, y a secuestrar al partido para someterlo a las cúpulas. Al final, Marko cerró diciendo que buscará la unidad del PAN para que se hable con la verdad, aunque acusó a Gómez Morín de lanzar difamaciones, mentiras y montar espectáculos. En respuesta, Morín dijo que nada de lo que dijo es mentira, y advirtió que respetaría el resultado adverso, si fuera el caso, siempre que los gobernadores no metan las manos en el proceso y que el resultado refleje transparencia y limpieza.
La neta del planeta.- De las cosas en las que ambos coincidieron, me llamó poderosamente la atención una: dijeron que buscarán la devolver la democratización a través de asambleas electivas, que nunca más harían alianzas sin el aval de la militancia y que buscarán la participación de los jóvenes. La verdad es que me gustó mucho el desempeño de los dos, aunque me es más atractiva la postura de Manuel Gómez Morín, que demostró ser un panista de cepa, con un lenguaje más doctrinario y más vertical en estricto apego a los principios rectores del PAN. Marko es un joven impetuoso, inteligente, al que el resultado adverso del pasado 1 de julio le pesa enormemente. Quedó corto en su argumentación, pues fue básicamente una invitación a cerrar los ojos y darle la vuelta a la página, como si haber perdido fuera algo normal y sin trascendencia. No tengo ni idea de quién ganará, pero es claro que el debate fue de mucha altura y de mucho nivel.
Apunte final.- Me llamó la atención mucho que Marko dijera que no alcanzarían acuerdo con López Obrador, pues es lo primero que están haciendo los gobernadores panistas, como el caso de Mauricio Vila de Yucatán, que hasta fue felicitado y puesto de ejemplo por el Presidente Electo por su Plan de Austeridad. ¡Qué tal!.
