Inicio Análisis político Enrique Vidales Ripoll Hay quienes tiran la piedra y esconden la mano ¿qué persiguen?

Hay quienes tiran la piedra y esconden la mano ¿qué persiguen?

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El día de hoy llegó hasta mis manos una calcamonía que en este sitio se demuestra pidiendo por la paz en Yucatán. La persona que me lo entregó fue cuestionada su origen, sin embargo, no supo darme cuenta de ello. Simplemente se limitó decir que era algo apolìtico, no relacionado con ningún partido o agrupación política, que era iniciativa de una organización civil que está preocupada por el alarmante índice de delincuencia que ya inunda el Estado de Yucatán.

Pero tampoco supo darme una contestación cuando le señale que si no era nada malo, el nombre del responsable o agrupación no aparecía en la imagen. Esto para darle una mayor validez al origen de esta campaña "rescatadora" (¡?) de la paz que hemos perdido, así lo dicen.

Lo que sucede es que crea sospecha el intento de continuar politizando el tema de la inseguridad, que si bien es un mal que aqueja no solo a Yucatán, sino también, gracias a la ineficiencia en la lucha contra la delincuencia por parte del Gobierno Federal, es sintomático en todo el territorio del país. 

Lo que si es un hecho, es que hoy en el Estado podemos estar tranquilos de que los sistemas de seguridad están funcionando con los retenes y vigilancia que se hace notar. Podemos estar tranquilos en la calle, transitando en ellas, visitando las plazas, recorriendo los parques, los cines, los centros de entretenimiento. No hay mayores cambios como se ha pretendido en algunos medios hacer creer a algunos ciudadanos.

Es cierto que hay robos en casas y automóviles, sin embargo, hay que reconocer que estos siempre han existido, no son novedad. Además ya estamos creciendo como ciudad, que en la modernidad e influencia de otros factores propios y ajenos a nuestras costumbres, somos invadidos por los mismos males propios de ese proceso.

Esto no significa que el reclamo legítimo por la  PAZ y SEGURIDAD sea censurado o descalificado. Lo que si no se debe aceptar son aquellos los que tiran las piedras y esconden la mano. Si la tarea es noble que sea de enfrente a las autoridades y ciudadanos. Porque con esa actitud ecurridiza en lugar de sumar voluntades, polarizan y dividen a la sociedad.

Es muy claro que esto último es el objetivo de estas campañas, donde, no sabría afimar si es a propósito o pura casualidad, el color que predomina en la imagen distribuida es azul.