Inicio Análisis político Alejandro López Munguía Ilegítimo.

Ilegítimo.

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El triunfo de Alejandro Cárdenas carece de legitimidad.

Ilegítimo.

Una vez concluida la jornada electoral, el candidato Alejandro Cárdenas Moreno, “Alito”, se proclamó vencedor de la contienda. Sin embargo, quienes dimos cobertura a la misma, pudimos constatar las anomalías, atrocidades, que se dieron.

Embarazo de urnas, acarreos, compra de votos a mansalva, entre otras acciones ilegales, dieron al traste con las buenas intenciones del partido.

Alejandro Moreno no puede sentirse orgulloso de un supuesto triunfo basado en el robo de la decencia.

El PRI es visto en México como el partido al que lo condenaron en el 2018, el de la derrota. El partido de la ignominia.

Alito Moreno se encumbra enmarcado por la corrupción que lo entroniza, en los tiempos del gran repudio público hacia el partido tricolor.

Cuando más estaba el PRI urgido de decencia, Alito se desempeña así. ¿En serio cree que la sociedad avala su corrupción?.

En Yucatán, sus coordinadores, Víctor Caballero Durán y Gaspar Quintal sienten que “ya la hicieron”. Pero no se dan cuenta que están hundidos en la mediocridad por su enorme descrédito político. Su estrategia de comprar votos mediante el reparto de vales de despensa fue vulgar y por ello, denuncada por la propia militancia. Lo que hicieron se empata con la derrota a la que llevaron al PRI en el 2018. Hicieron perder al candidato a Gobernador, y perdieron por más de 80 mil votos la Ciudad de Mérida. Pueden alegrarse de haber contribuido al robo de la elección de ayer, pero deberían estar conscientes de que su desprestigio político los rebasa. Impresentables ante la sociedad, hurtaron un espacio en el partido. Un partido que ahora, será dirigido hacia el terreno de la obediencia al presidente López Obrador. Otra vez, los dos, entregando el partido a los enemigos.

Festajan como si hubieran ganado la constitucional. Solo ganaron más desprestigio.

Ivonne Ortega no se va del PRI como lo desearon y hasta anunciaron. Ella se queda para seguir luchando desde adentro. Será la voz de su consciencia. No le ganaron, le robaron la elección. Una vez más Ivonne los derrotó.

Ivonne Ortega obtuvo reconocimiento por haber jugado limpio y salir sin mancha. En cambio ellos, perdieron, al quedar expuesto el robo que ejecutaron. Se niegan a verlo, pero lo sienten profundamente. Ivonne les ganó la partida una vez más.

A la militancia le queda claro.