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Influenza humana ¿desidia del gobierno? o ¿incumplimiento de normas sanitarias recomendadas?

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Yucatán, durante esta etapa de contingencia no sufría muchos casos, o mejor dicho, éstos eran inexistentes. Lo que en su momento fue criticado como una suspensión innecesaria de actividades, ya que no estamos en verdadero peligro de salud.
Hoy las cosas han cambiado. En el desarrollo del contagio, nuestro Estado, ha tenido un repunte que nos ubica en los primeros lugares a nivel nacional.
¿Desidia del gobierno?, o también para ser más justos y honestos, ¿desidia de todos los que no han cumplido con las disposiciones que en medios de comunicación se han venido publicitando y recomendando?
Sin lugar a dudas, los humanos estamos experimentando muchas cosas en el mundo por las mismas acciones que hemos realizado en contra del ambiente, lo que sin duda repercute en la salud pública. El hacinamiento, la falta de oportunidades para cumplir con normas básicas de higiene, la contaminación, entre otros, abren muchas posibilidades de que surjan muchos otros males que nos aquejan.
Pero no hay comparación entre la influenza humana tipo A que hoy nos preocupa con otros males como los virus del VIH que provoca el SIDA, o el peor de todos, el ébola que conduce a una de las peores muertes por la ruptura del sistema circulatorio que provoca desangrados excesivos, ambas que aún no tiene cura ni vacuna, que conducen irrevisablemente a la muerte.
Hoy la influenza humana tipo A está plenamente identificado su mecanismo de contagio, las características del virus, el protocolo de diagnóstico, y lo más importante, el tratamiento. De los casi 600 casos que se han declarado oficiales en Yucatán, solo se sospecha de dos muertes: una confirmada y otra que quedo en la duda, pero que los detractores la dan como válida aunque se diga lo contrario. Aún tomando las dos muertes, el porcentaje de mortalidad por influenza humana tipo A en Yucatán es apenas el 0.33%, ni llega a una tercera parte de un punto porcentual.
¿Esto no significa el trabajo adecuado que las autoridades de salubridad están haciendo para proteger la vida humana de los yucatecos?
Veamos las cosas con frialdad para ponerlas en una justa dimensión. En lo personal he sabido de tres casos de niños que confirmada su infección, las autoridades dispusieron el cierre de la escuela primaria donde estudiaban, donde al retornar las actividades en esta misma semana, los niños contagiados regresaron al colegio sin mayores novedades ni dramas innecesarios.
El Gobierno del Estado ya declaró la cancelación de Baxal Pal, de las actividades veraniegas donde la mayoría de los padres de familia refugiaban a los niños para evitar la responsabilidad de cuidarlos en tiempo de vacaciones. Ya puedo suponer que dentro de unas semana más, la desesperación de éstos será el pretexto para irse contra las autoridades del estado, en su momento, para criticarla por no hacer nada. Así como sucedió en la primera suspensión de labores educativas.
Seamos más congruentes y tomemos las cosas con calma, lo que no significa bajar la guardia ante una situación que no vamos a cambiar fácilmente, porque no está en las manos del gobierno, sino en la actitud y acciones que cada uno de nosotros debe cumplir para protegerse uno mismo y a los demás.
Aún y a pesar de todos los llamados de atención, vemos a padres de familia que sin importar que sus hijos estaban con cuadros de gripa los enviaban a la escuela, o de muchos yucatecos que en plena calle, sin el mayor recato ni cumpliendo las disposiciones de cómo estornudar, lanzan al aire libre los fluidos corporales consecuencia de ello, o el caso, de muchos más que no tienen la costumbre de lavarse las manos en lugares públicos.
La prevención es una acción plenamente personal, no está en las manos del gobierno.
Solo dejo una cosa más para la consideración… ¿cuántas de las personas que hoy reclaman tanta falta de atención del Gobierno del Estado ya tienen sus cosas listas para irse a la playa una vez que los niños salgan de las escuelas?
En verdad, si tanta es la preocupación de éstos detractores del Gobierno del Estado, mejor que se queden en casa, no asistan a lugares públicos, mucho menos a las playas donde habrá un mayor contacto físico… porque la protección de la salud debe comenzar por uno mismo.