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Ivonne Ortega, su renuncia, el entorno, sus razones.

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Ivonne Ortega Pacheco.

— Ivonne no abandona ni a su gente, ni sus ideales. Pensar de esa forma es hacerlo con dolo, o bien, porque no se entiende la política con estrategia. Ivonne ser les escurrió entre los dedos. La quisieron estrangular y se les fue de las manos. Ivonne existe y brilla con luz propia. Su gente está tranquila, sabedora que con ella, siempre hay una lucha por emprender.

 

I. La pregunta del por que renunció Ivonne Ortega a su partido tiene una respuesta simple, y es, porque su dignidad no le permitía avalar el fraude con el que Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, se robó la elección. Pero más allá de esto, existen otras variantes que debemos poner en la mesa del análisis, porque la historia no termina con una llana relatoría.

II. Cuando Ivonne tomó la decisión de competir para la presidencia del CEN del PRI, sabía que enfrentaría la oposición de la Cúpula, que siempre estuvo dispuesto a someter al partido a las intenciones del exPresidente Enrique Peña Nieto. Éste ya sentía pasos en la azotea, pues el actual Presidente, López Obrador, combatiría la Impunidad que arropaba a su gobierno.

III. Peña Nieto alcanzó un acuerdo con AMLO, en la búsqueda de zafarse de las pesquisas oficiales. Como eje de ese acuerdo, el PRI, en el presente y futuro, debía jugar incondicional con el Morenista. Porque con el PRI de su lado, todo será mås sencillo. Y así fue que surgió el nombre de Alito Moreno, como el personaje indicado para consumar el acuerdo.

IV. Ivonne lo relata con precisión, Alito le dijo que ya tenía línea tanto del exPresidente Peña como de AMLO. Incluso le ofreció la Secretaria General del CEN del PRI. Ella no aceptó.

V. Para Ivonne, las cosas en el PRI tenían que cambiar de fondo. Y es que el tricolor perdió la credibilidad. La sociedad castigó su enorme corrupción, identificando plenamente a los protagonistas principales de la barbarie política. La figura de Peña Nieto representó para México el mayor atraco en la historia política nacional. Y en ese contexto, la participación de Alejandro Moreno, no le venía bien al PRI. Alito representa los intereses de Peña Nieto y no los de la honesta militancia que demanda el quehacer político basado en los valores esenciales.

VI. El mensaje de Ivonne desde el inicio fue contundente a favor de un cambio verdadero. Había llegado el tiempo de la militancia, de que se acabaran las imposiciones, las trampas, las mañas, con las que la cúpula operaba para someter al partido a sus intereses. Las palabras de la exGobernadora de Yucatán, calaron hondo en el seno tricolor. La militancia a lo largo y ancho del país tuvo la oportunidad de expresarse. Una parte importante se identificó con sus palabras y otros se asustaron. Los primeros se liberaron mientras que los segundos decidieron continuar sometidos a las disposiciones de la cúpula.

VII.- El 11 de agosto fue el día del ajuste de cuentas. Todos operaron para hacer perder a Ivonne Ortega. Los gobernadores de todo el país recibieron la instrucción presidencial para ayudar a la causa “morenista”. Todos metieron la mano. Alito Moreno obtuvo casi el 80% de los votos emitidos. En la jornada, se aseguraron de rellenar urnas, de rasurar el padrón, hubo estados de la república donde las casillas ya estaban llenas antes de que empezara la votación. En Yucatán se utilizaron vales de despensa para comprar votos a favor del campechano. Se cotizó una derrama de 3 mil pesos el costo del voto, a un estimado de 50 mil votos el monto de lo gastado oscila los 150 millones de pesos. Las redes sociales se inundaron de quejas y denuncias públicas rechazando la corrupción. El fraude se consumó.

IX.- A las denuncias de la militancia, el CEN del PRI, encabezado por Claudia Ruiz Massieu, hizo caso omiso. La desvergüenza llegó al grado tal de declarar que la jornada electiva fue “ejemplar”. La Comisión encargada de organizar la elección fungió como el eje del fraude electoral. Miles de priístas militantes fueron registrados en tiempo y forma ante la plataforma digital para dar de alta a los representantes, pero más de mil fueron borrados sistemáticamente. El dolo matizó el fraude.

X.- AMLO obtuvo lo que quiso y más. Al final, el PRI quedó sumergido en un estado corrupto y corruptor, impensable en estos tiempos de condena. Logró López Obrador que el PRI mostrara su peor rostro, incluso que el mostrado en las elecciones pasadas del 1 de julio del 2018, cuando la corrupción del sistema priísta fue castigada con el voto en contra. Alejandro Moreno no ganó limpiamente la elección. Y así quedó registrado en la mente, la vista y el corazón de los mexicanos. De un total de 6.7 millones de priístas, solo el 20% participó, alrededor de un millón 340 mil priístas. De éstos, el 80% “votó” por Alito; alrededor de un millón, 72 mil priístas. Hubo 5 millones 628 mil ciudadanos que no votaron por él. En una constitucional, el PRI con Alito Moreno, solo alcanzaría el 7% de la votación, tomando en cuenta los votos que obtuvo Pepe Meade en la elección presidencial reciente.

XI.- Ivonne Ortega ya no está en el padrón militante, sin embargo, está presente en el ánimo de miles de priístas y de millones de mexicanos, que la ven con buenos ojos. Su lucha fue la más honesta, desde los tiempos del presidente Carlos A. Madrazo, que quiso romper con el esquema de servicio a la cúpula. Madrazo falleció al caerse el avión en el que viajaba.

XII.- El éxito de Ivonne fue rotundo. Hoy se distingue por haber jugado limpio. Los mexicanos saben que ella es una mujer de lucha política. Y hoy que el PRI quedó plenamente desacreditado, surge como una opción viable para cualquier expresión que represente fuerza política en el país. Los que se identifican con ella, priísta y no priístas, están conscientes que la lucha continúa, con más fuerza.

La neta del planeta.- Las venganzas pudieran parecer completas. Pero en realidad, la partida de Ivonne del PRI no es un salto al vacío. No fue un suicidio como algunos lo plantean. No perdió, al contrario, ganó. Obtuvo el reconocimiento pleno de una sociedad que la diferencia del fraude. A ella no la pueden acusar de haber comprado votos, acarreos, rasurar el padrón, rellenar urnas, hacer caer el sistema, pagar operadores de choque, comprar gobernadores, alcaldes, comités estatales, sectores. Ivonne no se va, es un activo político de la política mexicana.