Nuestra democracia es imperfecta, eso lo sabíamos, pero lo que no sabíamos es que fuera recipendiaria del estiércol que mueve a un grupo de políticos mercenarios de la política.
Me refiero al Partido del Trabajo, y a los grupos que siguiendo ese modus operandi sangran el erario que la democracia destina para el país.
El punto es claro, la democracia sirvió para la burla, primero la sometieron al capricho de López Obrador, luego, al del PT, luego al del PRD y luego, al de un partido que se ha enquistado en el gobierno del Distrito Federal para latrocinio de todo el país.
Marcelo Ebrard al estilo Vito Corleone, le hizo a Juanito una oferta que no pudo rechazar.
¿Cuál fue?, no lo sabremos, supongo que habrá sido algo poderoso.
La ideología valió pepino.
Y la Ley que regula nuestra democracia, sirvió para legitimar los intereses de gente mezquina.
Pensé que Marcelo Ebrard era un político diferente.
Lo mismo llegué a pensar de Andrés Manuel López Obrador.
Así es la política, así es mi M
