La casa del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, es un tema que si bien es de índole personal, también alcanza lo público y a la opinión pública. Se trata de la compra de su casa en Malinalco, Estado de México, la cual adquirió en octubre de 2012 con Grupo Higa y está valuada en 7.5 millones de pesos.
No es un tema que deba tomarse a la ligera, pues en medio de las protestas ciudadanas hacia la labor del presidente de México, Enrique Peña Nieto, cabe una seria reflexión con miras a hacer una autocrítica, a fin de ayudar al mandatario en su batalla por calmar las protestas que ya no son aisladas, sino mayoritarias, tanto en las calles como en los pasillos y mesas de café.
En mal momento vino a aparecer el tema de la casa del hoy secretario de hacienda del gobierno de Peña Nieto.
Fueron 7.5 millones de pesos, pagados por una casa que fue adquirida a una empresa que ha recibido contratos para hacer obra pública del gobierno federal.
No es asunto menor, las críticas están a la orden del día, y abonan a la causa de quienes quieren desestabilizar al Estado.
Creo que el secretario de hacienda es muy valiente al pedir se investigue la compra de ese inmueble de su propiedad. Y para no dejar dudas deberían los que señalan con el dedo, tomarle la palabra al funcionario.
El señalamiento, sin duda, dio en el blanco perfecto: el hombre fuerte del gabinete, hombre de todas las confianzas del presidente.
“Fuego Amigo”, pudiera ser.
Lo que sí, es que la gente ya no le cree a los políticos, y menos ahora que sabemos que el país crecerá menos del 2.5% y que el peso frente al dólar se ha devaluado terriblemente. Amén de estar conscientes de la falta de crecimiento y la marcada desigualdad que sigue lacerando a México.
En fin, así las cosas, Luis Videgaray está en el “ojo del huracán”, y nada podrá evitar que las críticas lo alcancen por mucho tiempo.
De hecho, al referirse a la compra de su casa, en entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola, afirmó: “Sé que es un caso que despierta suspicacias, pero he actuado con legalidad y transparencia”, afirmó.
El funcionario dijo que compró la casa cuando no era servidor público y que transparentó la operación cuando hizo su declaración patrimonial. Además, aseguró que no hay conflicto de interés pues “en mi función como secretario de Hacienda no está otorgar contrato (de obra pública) alguno”.
El tiempo dirá… mientras tanto, la percepción es que parte del gobierno de Peña Nieto, está sumergido en temas de corrupción.
Y aunque esto no sea verdad, el hecho es que la ciudadanía ya no cree en los políticos. La casa de Videgaray, pues… es un tema delicado.
