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La confrontación del gobierno federal con Ivonne Ortega obstáculo para el desarrollo de Yucatán

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Luego del triunfo del PRI en las elecciones del 16 de mayo en la Ciudad de Mérida y en 62 municipios más, así como en 13 diputaciones de las 15, queda el reto de impulsar el mejoramiento de las condiciones de vida de los yucatecos.

No nos queda duda que una vez terminada la contienda electoral habrá espacio para razonar las circunstancias del triunfo y las condiciones para llevar a cabo las acciones conjuntas con todo el poder en la mano.

Algunas voces comparan la situación que hoy vivimos con la del año 2004, cuando en la elección intermedia el PAN ganó casi todo en el Estado, eran los tiempos de Patricio Patrón Laviada como gobernador y tenían el apoyo del gobierno federal con Vicente Fox; sin embargo, el PAN no alcanzó la mayoría calificada, ni siquiera con el apoyo del PRD, tuvieron 13 suyos y 2 amarillos. Hoy es diferente, el PRI, tiene  15 y los del PVEM, que darían en suma 17. Cifra suficiente para emprender las reformas que quieran.

En teoría, el PRI tiene todo para lograr establecer las condiciones políticas para impulsar el desarrollo del Estado y su crecimiento sostenido. Pero, existe un gran escollo, las trabas que pondrá el gobierno federal.
Y es que, el gobierno federal no está centrado en labores meramente administrativas, su fondo, su móvil es el asunto político. Y es aquí en este punto donde todo se va por la borda. Los rumores de una concertacesión fueron serios unos días después del triunfo del PRI en Mérida pero el asunto no pasó a mayores gracias a que la gobernadora mostró el aplomo. La presión no terminó allí, César Nava incluyó a su nuevo amigo Jesús Ortega en la contienda, que se fue con todo para atacar a la gobernadora Ivonne Ortega. Ahora el gobierno federal impone con lujo de fuerza política y pública al nuevo delegado del IMSS que es gente muy cercana al gobernador Patricio Patrón Laviada, quien parece tener el control sobre dichas designaciones.

La gobernadora ha manifestado su inconformidad por tal designación y aunque en carta dirigida ha manifestado sus argumentos, queda claro que no es permisible la injerencia del jefe político de un grupo del PAN que se ha dedicado a bloquear los programas federales al Estado. Felipe Calderón parece aprobar este hecho como si fuera una alianza incomprensible con este grupo político yucateco.

Un dato que llama la atención, en diciembre del 2009, el voto de los diputados priístas de Yucatán en el congreso de la unión fue a favor de la Ley de Ingresos del presidente Felipe Calderón. Y toma relevancia el dato toda vez que en los tiempos de Ivonne Ortega el PRI ganó todas las diputaciones federales (cinco) en disputa.

El presidente Felipe Calderón juega el juego de niños que todos alguna vez hemos jugado de “encantado”, y luego “desencantado”. Y seguramente nos la llevaremos así hasta el 2012.