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La ética y la política por Rafael Rodríguez

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Lic. Rafael Rodríguez

Dos de las obras fundamentales de Aristóteles, son la “Etica” y “la Política”, vinculadas estrechamente la una con la otra. La primera, se puede resumir en el fin que toda actividad humana debe perseguir: la felicidad. Felicidad en varios aspectos, tales como riqueza material, salud y sabiduría.  Lo material y la salud, dice el filósofo, es algo ilusorio y perecedero con lo que jamás alcanzaremos la felicidad. La sabiduría, es realmente un bien del alma, llena de virtudes, con lo que seguramente alcanzaremos ese objetivo que tienen todos los humanos. La Política, se sintetiza en que el Estado no es una unidad perfecta, debe regirse mediante un sistema de leyes y de justicia, siempre priorizando el tema de la familia, célula básica de toda sociedad.

Esta idea de uno de los pensadores más importantes que han existido, datan de hace más de 2300 años. La pregunta es, en la actualidad: ¿realmente nuestra clase política preserva los valores ético – políticos?

La ética en una sociedad democrática debe preservar la paz social y rescatar los valores perdidos, tales como la vida, la libertad, pero sobretodo la igualdad. Nos damos cuenta que existe una ética ficticia y cada vez los valores humanos son tomados como estandarte de campaña, cuando la realidad es otra. El instrumento que permitirá el control de los gobernantes puesto que demarca un puente entre el sentir social y los políticos, sin lugar a dudas, es la ética.

Combinar la ética con la política parece complicado y casi imposible. Quizá no para Aristóteles pues sus obras son fácilmente enlazables. Las promesas de campaña incumplidas son claras faltas a la ética – política. Proyectos realizables y en un futuro tangibles, y útiles, es lo que la gente desea escuchar en un discurso. Palabras al aire y buenos deseos, al pueblo ya lo harta.

Relacionar lo legal con la justicia es otro de los aspectos que faltan para tener una sociedad, quizá no perfecta, pero si más democrática e igualitaria.  Uno de los tesoros en materia de leyes es el Decálogo del Abogado de Eduardo J. Couture, que en uno de sus numerales menciona que cuando el profesional del Derecho (aplicable a cualquier ciudadano) se encuentre en una controversia, entre elegir el Derecho o la Justicia, siempre se luche por la Justicia. Indispensable, por que de nada sirve tener un conjunto de leyes vanguardistas, si el empleo de las mismas es prácticamente nulo o cuando se hace, no se busca alcanzar la justicia, simplemente, aplicar el derecho.  Justicia y leyes, ética y política, siempre deben ser uno mismo.

Los gobernantes, si realmente desean retomar los valores éticos perdidos y colaborar con una política menos viciada, deben hacer una retrospección a su actuar como tales. La sociedad demanda esa reevaluación de sus acciones, y     por que no, de sus omisiones en cuanto a las promesas de campaña se refiere. Es válido y totalmente de humanos dar golpes de timón cuando las políticas públicas implementadas no son eficientes.  Sin embargo, puede mas, el ego de las autoridades, que afrontar la realidad del problema y tomar decisiones retomen el camino para el beneficio ciudadano.

En fin, la ética y la política es un tema al que se le puede sacar mucho provecho, en cuanto al análisis y discusión. Sin embargo es prioritario analizar, sobretodo en estos tiempos electorales, que candidato es el que durante su carrera política se ha apegado a los valores ético – político, y ha llevado a buen puerto sino todos, aunque sea una parte los preceptos aristotélicos que tan vigentes hoy en día.

 

Lic. Rafael Rodríguez Méndez

Candidato a Maestro en Derecho Procesal

Constitucional y

Docente